jueves, 3 de junio de 2010

Comprender el Shobogenzo 3. Análisis del Genjo Koan. Gudo Nishijima

El último texto de la trilogía de artículos que componen el texto del maestro Gudo Wafu Nishijima “Comprender el Shobogenzo”, se denomina “Análisis del Genjo Koan”, en el cual el maestro Nishijima aborda este texto desde su concepción general del budismo, o en otras palabras de la adecuación de este mensaje al pensamiento contemporaneo, que Nishijma denomina “Tres visiones (o tres filosofías) y una Realidad”.

Nishijima a lo largo de estos tres artículos nos ofrece una inestimable ayuda para penetrar en la obra fundamental del maestro Dogen, el Shobogenzo, obra por desgracia escasamente conocida en occidente, incluso entre aquellos que se sienten cercanos a la escuela que se desarrolló en Japón a partir de él. Esto, además de por la dificultad intrinseca de la obra de Dogen en si misma, deriva de la inaccesibilidad para los lectores hispanohablantes del texto completo de esta obra de Dogen. Luis Díaz, un discípulo chileno de Nishijima, a emprendido casi en solitario la colosal tarea de traducir el Sohobogenzo integralmente al español, a partir de la adaptación al japonés moderno y al ingles realizada por el propio Nishijima. De este encomiable trabajo podemos disfrutar ya del primero de los cuatro tomos en los que está previsto se publique el Shobogenzo integral en español (Disponible aquí).

El Genjo Koan, es uno de los capítulos fundamentales del Shobogenzo y, como el mismo Nishijima nos indica, un excelente introducción y un resumen del resto de la obra. La comprensión que el maestro Nishijima nos ofrece en relación al budismo y su esfuerzo para exponerlo en términos contemporaneos son de una profundidad y de una pertinencia fundamentales.

Anteriormente ya se ofreció en este blog el primero de estos tres artículos (Para acceder a este artículo pulsar aquí). En el presente texto, previamente al análisis del Genjo Koan, Nishijima nos ofrece el texto completo mismo del Genjo Koan de Dogen. Los números que aparecen junto a los párrafos del Genjo Koan corresponden a la numeración que aparece en la traducción  del Shobogenzo al Japones moderno establecida por Nishijima; los dejo tal cual están pues en el anáisis de Nishijima que se publicará después se hace referencia a esta numeración.

Dada la extensión del artículo las limitaciones de blogger obligan a dividirlo en dos partes. En esta primera parte, tras un corta introducción, Nishijima nos ofrece el texto completo del Genjo Koan. En los próximos días colgaré  el resto del artículo, con análisis que Nishijima realiza a partir del texto.

Puesto que este texto, como algunos otros que aparecen en este blog, son de una complejidad y de una longitud considerables, animo a los que por aquí pasen a realizar una lectura pausada del mismo, aunque soy consciente de que el formato blog no es el más apropiado para ello (si los ofrezco así es por que mi impericia informática no me posibilita hacerlo en otro formato, como el de una página web, por ejemplo). Incluso a imprimirlos, si realmente se los quiere trabajar  más profundamente, si no, por favor, no gastar inútilmente papel. En este sentido estoy dispuesto a enviar a quien me lo solicite, en la dirección de correo que aparece en el blog, este u otros textos en formato pdf, mucho más adecuado para su impresión.

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Análisis del Genjô-kôan
El Universo Realizado

Gudo Nishijima

(1ª Parte. El genjo Koan en si)



Genjô significa “realizado”. Kôan es una abreviatura de ko-fu no an-toku, que era un tablón de anuncios sobre el cual eran publicadas las nuevas leyes en la China antigua. Así kôan expresa una ley, o un principio universal. En el Shôbôgenzô genjô-kôan significa la ley realizada del Universo, es decir el Dharma, o el Universo real en si mismo. En este capítulo el maestro Dôgen nos predica el Dharma realizado, o el Universo real en si mismo. Intrínsecamente el budismo es una creencia en el Universo real. Así este capítulo expone las bases fundamentales del budismo. Y es por eso por lo que este capítulo fue colocado en primer lugar en la compilación del Shôbôgenzô en setenta y cinco capítulos. Este hecho subraya su importancia.


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Genjô-kôan
Eihei Dogen


83 En el momento en que todas las cosas y fenómenos son enseñanzas de Buda , entonces hay ilusión y realización, práctica y experiencia, vida y muerte, budas y personas ordinarias. En el momento en que el millón de cosas y fenómenos están separados de nosotros, no hay ni ilusión ni despertar, ni budas ni personas ordinarias, ni vida ni muerte. El Budismo es originalmente trascendente sobre la abundancia y la falta, y es por eso por lo que en realidad hay vida y muerte, ilusión y realización, personas y budas. E incluso si todo esto es verdadero las flores caen, aunque las amemos, y las malas hierbas crecen, aunque las odiemos, y eso es todo


84 Impulsarnos a practicar y experimentar las miríadas de cosas y fenómenos es ilusión. Cuando las miríadas de cosas y fenómenos nos practican y experimentan activamente, eso es realización. Aquellos que realizan totalmente la ilusión son budas. Aquellos que están completamente en la ilusión a propósito de la realización son personas ordinarias. Hay personas que alcanzan una gran realización partiendo de la realización. Hay personas que aumentan su ilusión en medio de la ilusión. Cuando los budas son verdaderamente budas, no tienen necesidad de reconocerse a si mismo como budas. Sin embargo hacen la experiencia del estado de buda, y continúan haciendo la experiencia.


85 Incluso si nos servimos de todo nuestro cuerpo y de todo nuestro espíritu para mirar las formas, e incluso si nos servimos de todo nuestro cuerpo y de todo nuestro espíritu para escuchar los sonidos, percibiéndolos directamente, [nuestra percepción humana] nunca podrá ser como el reflejo de una imagen en un espejo, ni como el agua y la luna. Cuando afirmamos un lado, estamos ciegos del otro.


86 Estudiar el Budismo es estudiarnos a nosotros mismos. Estudiarnos a nosotros mismos es olvidarnos de nosotros mismos. Olvidarnos de nosotros mismos es ser experimentados por las miríadas de cosas y fenómenos. Ser experimentados por las miríadas de cosas y fenómenos es dejar caer nuestro propio cuerpo y espíritu, así como como el cuerpo y el espíritu del mundo exterior. Entonces podemos olvidar el rastro mental de la realización, y mostrar los signos reales de la realización olvidada continuamente, un momento tras otro.


87 Cuando una persona comienza a buscar el Dharma está muy alejada de las fronteras del Dharma. Pero tan pronto como el Dharma es trasmitido de forma autentica a la persona, ella es un ser humano en su propio lugar verdadero. Cuando un hombre iza la vela en un barco y dirige la mirada hacia la costa, puede equivocarse y creer que es la costa la que se mueve. Pero si mantiene los ojos sobre el barco, podrá reconocer que es el barco el que avanza. Así mismo, cuando observamos las miríadas de cosas y fenómenos de un cuerpo y de un espíritu perturbados, creemos equivocadamente que nuestro propio cuerpo y espíritu pueden ser permanentes. Pero si nos familiarizamos con nuestro comportamiento real y volvemos a este sitio concreto, se vuelve claro que las miríadas de cosas y fenómenos son diferentes de nosotros. La leña que se vuelve ceniza, no podrá nunca volverse a convertir en madera. Sin embargo no deberíamos situarnos en la idea de que la ceniza sea su futuro y que la madera sea su pasado. Debemos de reconocer que la leña ocupa su lugar en el universo en tanto que leña, y que tiene su momento pasado y su momento futuro. Y aunque podamos decir que tiene su pasado y su futuro, el momento pasado y el momento futuro están suprimidos. La ceniza existe en su lugar en el Universo en tanto que ceniza y tiene su momento pasado y su momento futuro. Del mismo modo que la leña no puede volver a convertirse nunca en madera después de haberse convertido en ceniza, los seres humanos no pueden revivir tras su muerte. De tal forma que es regla en el Budismo no decir que la vida se trasforma en muerte. Es por esto por lo que hablamos de “sin aparición”. Y esto es la enseñanza budista, tal como está establecido en las prédicas de Buda Gautama, que la muerte no se trasforma en vida. Es por esto por lo que hablamos de “sin desaparición”. La vida es una situación instantánea y la muerte es también una situación instantánea. Es lo mismo, por ejemplo, para el invierno y la primavera. No creemos que el invierno se convierta en primavera, y no decimos que la primavera se convierta en verano.


89 Una persona que obtiene la realización es como la luna que se refleja en el agua: la luna no se moja y el agua no se rompe. Aunque la luz de la luna sea ancha y grande, puede reflejarse en un pie o una pulgada de agua. La luna entera y el cielo completo pueden ser reflejados en una gota de rocío sobre una brizna de hierba o en una única gota de lluvia. La realización no rehace a un hombre, igual que la luna no agujerea el agua. Un hombre no estorba la realización así como una gota de rocío no estorba al cielo y la luna. La profundidad de la realización puede ser la misma que la altura concreta de la luna. Para comprender su duración nos hace falta examinar los cuerpos de agua grandes y pequeños y darse cuenta de las diferentes dimensiones del cielo y de la luna cuando se reflejan en el agua.


90 Cuando el Dharma no ha llenado completamente nuestro cuerpo y espíritu, tenemos la impresión de que el Dharma está presente en nosotros en abundancia. Cuando llena nuestro cuerpo y espíritu, tenemos la impresión de que alguna cosa falta. Por ejemplo, navegando sobre el océano, fuera de la vista de las montañas, cuando miramos alrededor en las cuatro direcciones, el océano tiene el aspecto de ser simplemente redondo, no tiene el aspecto de tener cualquier otra forma. Y sin embargo el gran océano no es ni redondo ni cuadrado y hay otras tantas características en el océano que no se podrá nunca contarlas. Para los peces es como un palacio y para los dioses del cielo es como un collar de perlas . Pero para todo lo que ven nuestros ojos solamente tiene el aspecto de ser redondo. Es igual para todas las cosas en el mundo. El mundo secular y el mundo budista incluyen un gran número de situaciones, pero nosotros no podemos considerarlas y comprenderlas más lejos de lo que nuestros ojos de estudios budistas nos lo permitan. Si entonces queremos conocer la forma en la cual las cosas son naturalmente tenemos que recordar que los océanos y las montañas tienen innumerables características, además de la apariencia cuadrada o redonda, y acordarnos de que hay otros mundos en las cuatro direcciones. Esto no se aplica solo a la periferia: tenemos que recordar que es igual para este sitio, aquí y ahora, así como para una simple gota de agua.


91 Cuando los peces nadan en el agua, aunque continúen nadando, no hay fin del agua. Cuando los pájaros vuelan en el cielo, aunque continúen volando, no hay fin del cielo. Al mismo tiempo peces y pájaros no han abandonado nunca el agua y el cielo. Más usan el agua o el cielo, más les es útil: menos usan del agua o del cielo, menos les es útil. Actuando así cada cual se da cuenta de sus limitaciones en todo momento, y cada uno da saltos en completa libertad en cada sitio ; pero si un pájaro abandona el cielo, morirá a continuación, y si un pez abandona el agua, morirá a continuación. Así podemos concluir que el agua es la vida y que el cielo es la vida; al mismo tiempo, los pájaros son la vida y los peces son la vida; podría ser que la vida sea los pájaros y que sea los peces. Bien podrían haber otras expresiones que vayan incluso más lejos. La existencia de la práctica y de la experiencia, la existencia de su edad misma y de la vida misma puede también ser explicada así. Sin embargo un pájaro o un pez que intentara comprender el agua o el cielo completamente, antes de nadar o de volar, no encontraría nunca su camino o su lugar en el agua o el cielo. Pero cuando se encuentra este sitio aquí y ahora se sigue naturalmente que nuestro comportamiento presente realiza el Universo. Y cuando encontramos un camino concreto aquí y ahora, se sigue naturalmente que nuestro comportamiento presente realiza el Universo. Este camino y este sitio existen en tanto que realidad por que no son grandes ni pequeños, porque no tienen relación con nosotros o con el mundo exterior y porque no existen ya y no aparecen en el presente. Así mismo, si una persona practica y experimenta el Budismo, cuando recibe una enseñanza, realiza exactamente esta única enseñanza y cuando encuentra una oportunidad para actuar realiza exactamente esta acción. Aquí está el estado en el cual el sitio existe y la vía es realizada, y es por esto por lo que nosotros no podemos reconocer claramente donde se encuentran el sitio y la vía – porque un reconocimiento así y la perfecta realización del Budismo aparecen juntos y son experimentados juntos. No creáis que aquello que habéis alcanzado entrará inevitablemente en vuestra propia consciencia y sera reconocido por vuestro intelecto. La experiencia del estado último se realiza e un golpe, pero una cosa mística así no se manifiesta siempre. La realización no está siempre definida.


94 El maestro Ho-tetsu del Monte Mayoku utilizaba un abanico. En ese momento un monje entró y le pregutó: “Se dice que la naturaleza del ayer es estar siempre presente y que no hay lugar que no alcance. ¿Por qué pues el maestro utiliza un abanico?”


El maestro respondió: “Tu no conoce mas que la idea abstracta de que la naturaleza del aire es estar siempre presente, pero no has comprendido el hecho de que no hay ningún lugar que el aire no puede alcanzar”.


El monje dijo: “¿Cual es sentido del principio 'No hay ningún entorno que el aire no pueda alcanzar'?”


A esto el maestro no hizo más que continuar abanicándose.


El monje se prosternó. La verdadera experiencia del dharma budista, el comportamiento vivo de la tradición budista ha comenzado aquí. Alguien que dice que, porque el aire está siempre presente, nosotros no tenemos necesidad de utilizar un abanico, o que incluso cuando no utilicemos un abanico, podemos todavía sentir el aire, no conoce su presencia siempre, y no conoce la naturaleza del aire. Porque la naturaleza del aire es estar siempre presente, el comportamiento de los budistas hace a la Tierra manifestarse como tal, y madura la Vía Láctea en queso delicioso.



Este capítulo ha sido escrito hacia el 15 de agosto del calendario lunar en el primer año de la era Tenpuku (1233), y ha sido ofrecido al discípulo laico Yo Koshu del distrito de Kyushu. Ha sido recopilado en el cuarto año de la era Kencho (1252).

3 comentarios :

  1. ¡Es el primer blog que encuentro sobre esto!
    ¡Sugoi!
    Una sola pregunta: ¿Dogen realmente dijo: "madura la Vía Láctea en queso delicioso"?
    Es demasiado occidental, pero algo que sólo un Poeta pudo haber dicho y, como tal lo recibo, porque me ha despabilado un montón.

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  2. ¿Una gota puede decir que está investigando el Océano?
    Así me siento al responder "¿Qué haces?". Investigo el Tiempo.
    Como alguien me sopló que Dogen decía unas cosas muy desopilantes sobre el susodicho, estoy viendo lo que aparece en internet sobre él y así llegué acá.
    ¿Podría ayudarme diciéndome lo que ud. y el maestro Dogen saben del Tiempo?

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  3. Hola Enrique. Sobre Dogen y el tiempo, puedes leer de Dogen su texto "Uji" (ser-tiempo) que puedes encontrar por ejemplo aquí: http://www.oshogulaab.com/ZEN/TEXTOS/UJI.html .

    Respecto a si Dogen dijo "madura la Vía Láctea en queso delicioso", sí, más o menos dijo eso; aunque literalmente en vez de "Via lactea" escribió "Choga" o "río largo" (que es el nombre chino de la Vía Láctea), y donde pone "queso" se refiere en realidad a un producto lácteo chino muy apreciado, parecido a la cuajada o al yogur, pero que no es exactamente queso.

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