lunes, 21 de julio de 2014

Los costes de la espiritualidad. Jiso Forzani.

Desde hace algunos años Jiso Forzani desarrolla el rol de Sokan, es decir, Director de la oficina europea de la Sotoshu, delegación en el exterior del brazo administrativo del budismo Soto zen japones. Desde aquella alta sede tiene la posibilidad, y a menudo el deber, de observar de cerca como en los distintos “centros” zen europeos es conjugada la práctica religiosa con el dinero. Tras la enésima experiencia, sin citar ningún sitio en particular, nos ha enviado el articulo que sigue, dirigido a todos los lugares en los que se practica zazen. Pero podría igualmente dirigirse a todos los lugares de práctica, independientemente de la religión a la que pertenezcan.






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Los costes de la espiritualidad

Jiso Forzani



Recientemente he tenido la oportunidad de hablar sobre el tema de los costes de participación en retiros espirituales zen (sesshin) y, en general, en las actividades de los distintos centros de práctica zen actualmente existentes un poco por todas partes en Europa. He reunido algunas ideas para una reflexión que deseo hacer públicamente, porque creo que se trata de un tema de importancia crucial. Durante la charla surgió una cuestión planteada de la siguiente manera: hay personas que, aun no teniendo particulares dificultades económicas y que no escatimarían gastos si se trata de adquirir el último teléfono inteligente que haya en el mercado, se sienten obligadas a ahorrar en los gastos de participación en la práctica espiritual, por una especie de ideología de la pobreza. El tema me ha hecho pensar, y cuanto sigue es el producto de mi reflexión.

El problema no es, creo, la actitud de las personas que quieren ahorrar o la oferta de una espiritualidad a precios asequibles. La cuestión esencial se sitúa completamente en otro plano, no se puede “ahorrar” en lo que se refiere a la espiritualidad por el simple motivo de que la espiritualidad no tiene un precio, no se puede pagar. Si hay algo que pagar, no se trata de espiritualidad, que no es un bien vendible ni adquirible y por tanto no puede tener precio. Lo que se paga, si se paga, no es la espiritualidad, es el alojamiento y la comida, no la actividad espiritual (zazen, enseñanzas, participación en el culto...). Si es esto lo que se paga, si se piensa en hacer pagar esto, no se trata ya de una práctica religiosa, pierde su carácter espiritual y se convierte en un bien comercial. Incluso si se hace y se hace hacer zazen, ceremonias, enseñanzas, con rigor e intensamente, ya no son formas de espiritualidad, se convierten en formas mundanas. Se trata de una mutación, de una transformación alquímica, por así decir. Aun manteniendo la forma exterior, la sustancia cambia completamente, el oro se vuelve a convertir en plomo. Nosotros no tenemos el poder de transformar el plomo (la tierra, la mierda...) en oro. Es un don gratuito, algunos le llamarían gracia. Pero tenemos, sin duda, el poder de transformar el oro en plomo (en tierra, en mierda...). Sabemos bien que no es por virtud de nuestro esfuerzos que zazen, los ritos, las enseñanzas serían prácticas religiosas espirituales, cuando lo sean. Pero ciertamente podemos, con solo un pensamiento, transformarlos en productos de nuestro interés, de nuestra superstición, de nuestra vanidad intelectual. En una palabra, de nuestra deshonestidad, más o menos consciente.

Creo que esto debe estar muy claro cuando se ofrece a las personas la posibilidad de participar en un retiro, pidiendo al mismo tiempo un precio establecido, en vez de hacer, sin más, un libre ofrecimiento. Habría que explicar de forma explicita, de una manera que no pueda dejar lugar a duda, que el dinero que se pide no tiene nada que ver con la práctica que se realizará juntos, es solo el precio del alojamiento y de la comida y solo para este fin será utilizado, para dar de comer y techo a aquellos que vienen. De otra forma todo el el esfuerzo, tanto del que organiza, como del que participa, será vano y el precio no valdrá ni siquiera el precio de una vela, por mucho o poco que sea este, por el simple hecho de que la vela está apagada, incluso para dar luz.

Abrir y administrar un lugar de práctica religiosa donde vivir de modo santo y conducir retiros no es una obligación, es una libre elección, un lujo en este mundo en el que la libertad de elegir el estilo propio de vida está tan venida a menos; y quien siente este deseo, incluso como imperativo moral, debería realizarlo y mantenerlo a su costa. Creo que aquí vale el principio y el espíritu de la limosna, recibiendo aquello que es espontáneamente dado sin pedir o provocar el don; aceptando solo lo necesario para la vida más sobria posible de los practicantes presentes. Sé de que hablo, por haber “gestionado” yo también durante años lugares de práctica (dojo) y una comunidad residencial y de acogida, y por tanto conozco por experiencia personal los errores que se pueden cometer en este ámbito, por haberlos cometido también yo.

Puesto que considero el tema actual importante y pertinente, y de interés público para cualquier experiencia religiosa y no solo para el pasado, presente y futuro del budismo zen en Europa, me permito exponerlo aquí en estos términos. Gracias.



Giuseppe Jiso Forzani
Julio 2104


Introducción de La Stella del Mattino
Traducción, Roberto Poveda Anadón
Fotografía, internet

77 comentarios :

  1. En el debate surgido en el blog de la Stella, Jiso ha añadido un comentario que creo que puede ser de interés, os lo traduzco: "El dharma no se enseña, en la Via (en la vida)no hay (no somos), mas que aprendices, cada uno con su bagaje sobre los hombros. Si te doy (te llega) un poco del mío, se convierte en el tuyo, si me das (me llega) un poco del tuyo, se convierte en el mío. Gratis. Todo lo demás, (incluido esto), es una forma de decir, de describir el panorama, de modo más o menos estoico o lamentoso.

    No evocaré la "comunidad budista tradicional, la Sangha monástico" en relación a nuestro presente. Hoy toda la realidad del Budismo Zen, en Occidente y en Japón, (salvo hipotéticas excepciones aisladas y anónimas), es laico y/o clerical, cualquiera que sea el nombre o los título que los actores se dan. Ninguna Sangha monástica, ningún bhikkhu, según la concepción tradicional.

    Si el Zen occidental dejara su alma en paz, reconociendose laico como dato de hecho y comprendiese que laico no equivale a mundano, empeñandose en descubrir por qué y cómo, sería un digno punto de partida, creo."

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    1. Tu pregunta compromete a la forma

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    2. Hola Unknown. Este hilo es ya bastante antiguo, pero, en cualquier caso, no se a que te refieres. Yo no he hecho ninguna pregunta.

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  2. Me parece oportuno traducir un segundo comentario de Jiso Forzani, realizado en el blog de la Stella del Mattino, en el que contextualiza y precisa el contenido de esta entrada escrita por él; así pues comenta Jiso: "Un par de precisiones me parecen oportunas; el artículo que he enviado y que es el origen de este debate es, desde el segundo párrafo en adelante, el texto integral y completo de una carta que había enviado el día anterior al presidente de una de las más grandes (la más grande?) asociación europea, con sede en Francia, que organiza en sus distintas ramificaciones centenares de retiros Soto Zen al año, muchas de ellas con tarifas fijas;digo esto para indicar que se trata de un texto dirigido a alguien, que después, como he anticipado al destinatario de la carta, hago público por que me parecía que podría interesar a un auditorio más amplio, además de a aquellos que mis consideraciones llama directamente en causa. Sobre aquel frente no he tenido hasta ahora respuesta, pero no es una novedad [...] La segunda consideración es que, como norma, intento decir a los demás aquello que antes y contemporaneamente me digo a mi mismo. No me considero a salvo de ningún vicio, en potencia y/o en acto, por tanto invito a prestar atención respecto a aquello que pienso que también debo de prestar yo atención: soy sacerdote budista, pero no hasta el punto de observar a los demás con ojos distintos de aquellos con los que me observo a mi mismo".

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  3. En líneas generales estoy de acuerdo con Jiso Forzani en que la práctica y la enseñanza del zen no es un producto comercial que deba ser tarifado según la ley de la oferta y de la demanda. No obstante, la generalidad del artículo puede levantar sospecha sobre el conjunto de centros y monasterios zen en Europa. Si Jiso tiene pruebas de que alguien se está enriqueciendo personalmente con la práctica del Zen, debe denunciarlo abiertamente, con nombre, apellido y circunstancias, evitando así una acusación genérica.
    Por otra parte, en un ejercicio de transparencia, Jiso debería decir públicamente cuánto dinero recibe al mes por desempeñar su función de administrador jefe de la Sotoshu Shumucho en Europa, así como el uso que como sacerdote zen hace de ese dinero.

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  4. Muchas gracias por comentar Dokusho.

    Jiso en su artículo no habla tanto de la dificultad de tarifar eso que llamamos "zen", como de la gratuidad total que debe presidir la práctica religiosa, para serlo de verdad. Por lo que cobra Jiso, según yo entiendo, no es por enseñar el zen (que es en el fondo inenseñable)como por ejercer un cargo administrativo-clerical dentro de una iglesia japonesa, es decir por un trabajo organizativo realizado por un miembro del clero y destinado a otros miembros del clero, cosa que no necesariamente tiene que ver con la propuesta del budismo zen.

    Recuerdo que, en el seminario sobre Dogen que dió Jiso en Luz Serena, sus primeras palabras fueron "Yo no soy ningún maestro, si acaso soy un discípulo de Buda". En realidad, si dejamos de lado la tradición confuciana que impregna el zen en su desarrollo estremo-oriental, en el zen, y en el budismo en general, después de Buda no pueden existir maestros. Pues no hay nada que enseñar, ni nadie que detente un saber "budista" a enseñar a otros, ni nadie que pueda ser el receptor de ese supuesto saber. Aunque a pesar de ello, paradojicamente, una vez que se entiende lo anterior, más allá de maestro-discípulo, sin agente ni paciente, hay enseñanza y hay trasmisión.

    Lo que se puede enseñar son las formas que ha adquirido históricamente el zen, su literatura, su historia, su sociología, su ritualística; pero no lo que es el zen, este solo se puede vivir.

    Fuera de eso lo único que se puede hacer, si se da la ocasión propicia, es dar testimonio a otros de cómo vive uno, en su propia carne, esa enseñanza.

    De todas formas, puesto que tu comentario es a Jiso a quién interpela, pudiendo evocar una interrogación pertinente y no debiendo responder yo en su nombre; traduzco y transmito tu comentario a Jiso, por si tiene algo que decir.

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  5. Tal vez la cuestión no sea "enriquecerse". Rico o pobre depende de para quien. Tal vez la cosa sea mas concreta. Como por ejemplo; ¿quien es el propietario de un gran centro que se ha creado con el trabajo, las donaciones y las aportaciones de muchos practicantes durante decenas de años? ¿Es el propietario la persona que centraba estas actividades? ¿o quizas lo es la sanga presente y futura? ¿Es una propiedad heredable de padres a hijos? Si esto es así, ¿que diferencia esta practica de lo que hemos venido sufriendo tantos siglos?

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  6. Hola Peaton, gracias por comentar.

    Abundando sobre lo que dices yo preguntaría en cambio: ¿Para qué sirve un gran centro? ¿Para quién? ¿Es necesario tener grandes templos para que de verdad crezca entre nosotros sana la plantita recien llegada a nuestras tierra que llamamos budismo, o son estos más bien un obstáculo?

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  7. Comparto tu opinión. Siempre he preferido los grupos pequeños y cercanos a los grandes con tarimas altas. Pero supongo que se puede pensar que los centros grandes tienen sus ventajas. Son tiempos movidos y la conveniencia de unirse es grande. Pero lo que no es justificable desde un punto de vista budista es el cobrar por el uso de unas instalaciones que son de la sanga, solo es de justicia hacerlo para su mantenimiento. Como tampoco lo es cobrar por las enseñanzas. Si se quiere cobrar por enseñar hay que mostrar primero la mercancía. ¿se puede mostrar eso?

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  8. Gracias de nuevo Peaton. ¿Cuales son las ventajas de los centros grandes?, quiero decir desde un punto de vista espiritual profundo, desde un punto de vista mundano los conozco; Al Vaticano acuden millones de personas cada año y a Heiheiji, si no millones, supongo que si cientos de miles, y esto imagino que genera grandes beneficios y nuevos devotos-suscriptores.

    Y otra pregunta ¿Cual es la ventaja de unirse?. Si unirse es para animarse mutuamente y obtener algunas indicaciones útiles sobre cómo caminar por una camino que va hacia la no-forma, perfecto; pero esto es muy raro (yo por ejemplo no lo he visto jamás), pero si unirse es para caminar desde una forma (que no nos gusta a nosotros) hacia otra forma que nos parece más acorde con "nuestros ideales", pero que en realidad no es más que nuevos reforzadores del yo (identificaciones de grupo, lugares y roles ritualizados y jerarquizados, relaciones sociales sustitutorias de otras, etc.) Entonces estamos caminando en una dirección completamente contraria a la propuesta por el Buda.

    Dicho con otras palabras. El otro día leí en el blog de una amiga la pregunta: "¿Cómo fue la primera vez que llegaste a un dojo?", automaticamente pense esta respuesta: "Yo, la primera vez, no llegue a un dojo, llegue a un zafu, cuando tiempo después llegue a un dojo... empezaron los problemas". Entendiendo por problemas los dogmas, las tentaciones, las imposturas, etc. es decir, todo aquello que en vez de acercarnos al camino nos aleja y que, cuando nos damos cuenta del extravío, si nos damos cuenta, cuesta mucho de desatascar y volver a la vía simple, directa, sileciosa.

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  9. Es bien claro: hay quien vive de ser monje zen (siéndolo, además) y quien vive siendo monje zen (o incluso sin serlo) de su trabajo.

    Cada uno como le parece más conveniente. Y estoy de acuerdo con Roberto en que hay problemas que tan solo están en los dojos. Nunca en los zafus que es donde, de verdad, nos batimos el cobre, maestros y no maestros.

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    1. Si me permites la Soto Shu es otra iglesia mas..por lo tanto poco que ofrecer.

      Respecto del comentario de Dokusho sacando tarjeta amarlla .....pues eso rebela lo que es .....otro que se apunto rapido a la obsesion de convertrise en maestro.
      Lamentable.

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  11. Gracias Ane, Cristal, No-se, por vuestros comentarios.

    Era en efecto una entrada de tu blog, Ane, la que me inspiro la frase "Yo, la primera vez, no llegue a un dojo, llegue a un zafu, cuando tiempo después llegue a un dojo... empezaron los problemas". Respecto a lo que dices, Cristal, no estoy seguro de que traer maestros japoneses arreglase nada; por varias razones:

    1º) No está claro que en Japón las cosas vayan mejor; por allí, en el 95% de los casos la vocación de monje en Japón es en realidad la vocación de regentar una empresa funeraria heredada del padre. Ocupación, a menudo, bastante rentable; por lo menos hasta hace poco, pues, hoy en día, al parecer los japoneses empiezan a acudir con frecuencia a otros servicios, religiosos o privados, para estos menesteres (puede que esta perdida de ingresos no sea ajena al interés de la Soto Shu en expandirse hacia occidente).
    2º) Fueron monjes japoneses quienes introdujeron el soto zen en Europa y en America y probablemente muchos de los problemas existentes por aquí hoy en día, estén heredados de aquellos progenitores. Por ejemplo en: la avidez de discípulos, la concepción confuciana de las relaciones al interior de la sangha o una posición ambivalente en relación a la Soto Shu -no queremos estar, para lo que no nos gusta, pero si que queremos estar para lo que nos gusta-.
    3º) Existen una serie de conceptos extremos orientales que, si de verdad queremos que esta pequeña planta llamada budismo siga creciendo en nuestra tierra, deberían de ser revisados de raíz: la relación maestro-discípulo, el sentido de la propuesta religiosa budista para nosotros hombres y mujeres contemporaneos, la oportunidad o no de mantener una ritualidad exótica y jerarquizada como medio para expresar y compartir dicha religiosidad, la necesidad o no de las iglesias/institución/grandes-centros de cara a la trasmisión del Dharma, etc.

    En realidad, en el fondo, creo que el presente texto de Jiso no debe de interpretarse como un texto de acusación a otros, sino como una invitación a la reflexión humilde sobre nuestro propio comportamiento y sobre nuestros posibles errores, siendo incluso posible que muchos de estos los estemos cometiendo de manera inconsciente y bienintencionada.

    Entre los ecos despertados por este texto me he encontrado a menudo formulado el siguiente discurso: "Ah, no, nosotros estamos a salvo ¡en mi grupo no hacemos eso!", cuando no es esta la actitud que nos muestra Jiso Forzani tanto en el texto, como en sus comentarios posteriores sobre el mismo, en los que, entre otras cosas, dice por ejemplo: "Sé de que hablo, por haber “gestionado” yo también durante años lugares de práctica (dojo) y una comunidad residencial y de acogida, y por tanto conozco por experiencia personal los errores que se pueden cometer en este ámbito, por haberlos cometido también yo."; "El dharma no se enseña, en la Via (en la vida) no hay (no somos), mas que aprendices"; "No me considero a salvo de ningún vicio, en potencia y/o en acto, por tanto invito a prestar atención respecto a aquello que pienso que también debo de prestar yo atención".

    Es esta llamada a la atención respecto a uno mismo en el proseguir un camino llamado budismo -y la reflexión sobre lo que estamos haciendo, individual y colectivamente- y no el caer en la dualidad Acusación/Auto-justificación de lo que habla Jiso. Esto último incluso me lo aclaró personalmente Jiso, por si no estuviese suficientemente claro, en un correo del que transcribo un fragmento: "No estoy interesado lo más mínimo en un diálogo de este tipo [refiriendose al comentario de Dokusho]. No se quién se enriquece con el zen y no es de esto de lo que me ocupo y de lo que he hablado, no soy ni juez ni policia. [...] La cuestión sobre la que he escrito y de la que se ha hablado en la página de la Stella del Mattino ( Aquí ) es completamente distinta y suficientemente clara. Quién quería entender ha entendido".

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  13. Bienvenido de nuevo Cristal.

    Por tu comentario deduzco que tu práctica bebe de ser, o debe de estar emparentada con el zen rinzai. Me disculpo por la generalización, se que en Japon, además del soto zen, existe también el zen rinzai, como así mismo se desarrollan otras corrientes budistas, como el shingon o el budismo de la tierra pura. Cuando yo realice el comentario sobre el "negocio funerario", en realidad me refería a la realidad de zen soto, en otras corrientes no se como funcionan las cosas.

    Respecto a las otras cosas que comentas, por lo que yo se, en el zen rinzai se le dá mucha importancia a la experiencia personal del satori, mientras que esto no es así entre aquellos, por ejemplo, que tomamos como referencia a Dogen, el monje japones del s. XIII considerado como fundador de la corriente soto (que, si bien posee, como no podría ser de otra forma, una fuerte influencia formal de Dogen, también la tiene de otras fuentes históricas no siempre, a mi parecer, alineadas con los planteamientos del fundador).

    Digamos que, mientras que en el Rinzai, el camino, la vía apunta a un final que es el satori, en el zen de Dogen -y no solo en este camino budista- el satori no es un final, sino que el final es el camino mismo, pues este es, ya en sí mismo, satori. Lo importante es recorrerlo, aquí y ahora, más que un objetivo situado en un incierto futuro. Dirferentes caminos adecuados a diferentes capacidades, sensibilidades, experiencias previas, etc., pues las personas son múltiples y diversas, adecuandose el budismo a estas; de la misma manera que, en el cristianismo, no es lo mismo adecuarse al camino jesuita, que al trapense, que a una opción laica. Pero sobre la cuestión diferencial entre el budismo zen rinzai y el soto [1], sobre la cuestión de la iluminación o satori [2] y sobre la influencia de la ética social confuciana en la relación maestro discípulo [3] recomendaría a otros más capacitados que yo, además de buenos conocedores de la realidad japonesa, por ser japoneses, como en el caso de Uchiyama, o por haberse formado en un monasterio japones durante un tiempo prologado, casi una década, como es el caso de Mauricio Yushin (en relación al punto [1], podemos leer este importante texto de Uchiyama Pulsando aquí, mientras que sobre la cuestión de la iluminación/satori y la concepción confuciana de la relación maestro/discípulo podemos ver, de Mauricio Yushin, Aquí sobre [2] y Aquí sobre [3].

    En relación a la cuestión de la inculturización he de señalar que no estoy de acuerdo, pues si bien lo Absoluto es uno, los caminos son múltiples, dependiendo de las culturas, de las épocas, de las distintas sensibilidades, etc. Como demuestran las múltiples inculturizaciones que el budismo ha sufrido para poder hablar a los hombres y las mujeres de distintos países y distintos períodos históricos (India, Tibet, Sri Lanka, China, Corea, Japón, etc.). De la misma manera, el budismo, si es su destino enraizarse profundamente en occidente, deberá también desarrollar una forma propia de expresarse y trasmitirse que resulte apropiada para aquellos que nos hemos criado y vivimos aquí, en occidente; tanto en el plano de la práctica formal, como en lo que tiene que ver con lá ética y con la sabiduría (que también comprende, aunque no solo, aspectos intelectuales), y que, no lo olvidemos, son los tres polos (prajna, sila y samhadi) sobre los que ha de apoyarse cualquier camino budista para ser considerado tal.

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  14. Una de las cuestiones que mas me sorprende de la situacion del Zen soto en Espana es que nadie colabora o tiene relaciones de amistad con otros centros de prctica.

    La sangha de Dokuso no se relaciona con las de la AZI, la sangha de Barbar Kishen solo mantirne relaciones con la de Koshen....y asi todos.

    Que les pasa?

    Muy sencillo todos quieren para si el control del discipulo-cliente y con esto volvemos a la reflexion de Jizo.

    Para cuando un encuentro entre ls Sanghas?

    Para cuando un encuentro entre maestros ?

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    1. ¿Y para cuando, simplemente, un encuentro entre simples practicantes, para, por ejemplo, simplemente sentarse, sin más zarandajas, dejando los problemas del mundo al mundo?

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    3. Ey, Cristal Ball, ¿qué te hace pensar que ninguno de esos maestros ha obtenido nada? ¿no será eso un prejuicio más?

      Conste que soy muy exceptico al respecto pero de ahí a expresar una opinión tan cetegórica...

      Por cierto, ¿cómo se ve a alguien en samadhi? :)

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    4. Ah, aprovecho para decir que la lectura de todos estos comentarios me ha parecido muy interesante y de valor. Gracias

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  16. Gracias por vuestros comentarios que son de gran utilidad para mi. Permitidme que sólo añada el mio para reivindicar la importancia del dojo para la práctica. El dojo, "per se", nunca es un impedimento para la práctica, todo lo contrario. Es el espacio en el que podemos confrontar nuestra experiencia, lo que creemos haber aprendido, lo que creemos entender, etc, con los demás. Esta confrontación permite que las aristas de nuestro ego se limen. Personalmente no entiendo la práctica sin el dojo, o lo que es lo mismo sin la sangha que lo habita. Ahora bién, es cierto que hemos desarrollado un tipo de dojos que acban siendo los dojos de menganito o perenganito, donde menganito o perenganito impone su maestrazgo. No creo que eso tenga nada que ver con la sangha de Buda, de la misma manera que un maestro no tiene, tal y como se ha desarrollado el concepto en occidente, nada que ver con un amigo de bien. Bueno gracias de nuevo. Gasho.

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    2. Me gustaría que definieras "capacitado para la enseñanza". Gracias

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  17. Gracias por tu comentario Alfonso, y gracias tambien por los vuestros Petitclafred y Cristal.

    Es cierto que practicar junto a otros pueden resultar un gran estímulo para la práctica. Pero es también cierto que la práctica solitaria es de larga tradición en el budismo. Desde la shanga original, en la que la mayor parte del tiempo se practicaba en solitario, desperdigados por el bosque monzónico; hasta la práctica en muchos periodos de su vida de muchos de los practicantes ligados de una manera u otra a K. Sawaki, el cual, por ejemplo, realizó un retiro solitario de 1000 días, en su juventud, que según decía el propio Sawaki marcó un antes y un después en su práctica.

    Nuestra práctica, solitaria o en grupo, es en en lo hondo una práctica solitaria, en la que afrontamos en completa soledad nuestra más absoluta desnudez. El hecho de que formalmente sea solitaria o en grupo dependerá de las circustancias de cada cual: por ejemplo de la existencia o no de grupos adecuados allá donde viva uno, de las características de estos grupos, etc. Por otra parte es aconsejable, desde mi punto de vista, que la práctica de zazen sea una práctica cotidiana, siendo dificil encontrar grupos fuera de los monasterios que ofrezcan la posibilidad de hacer zazen todos los días.

    Zazen en primera y última instancia no es otra cosa que una práctica de la propia liberación de sí mismo y de los demás (como nos dice Dogen en el Genjokoan). Si practicamos zazen de manera solitaria para no tener que soportar a los demás, o para hacer lo que nos place, o por cualquier otro interés egoísta basado en el rechazo de los demás, entonces zazen no es zazen, es una ilusión autista. Si practicamos junto con otros para sentir nuestra identidad reforzada por una identificación grupal, o por que necesitamos ser asegurados respecto a lo que está bien y mal, o por que somos incapaces de practicar si no hay alguien a mi lado, entonces mi práctica es una practica dependiente de los demás y zazen ya no es zazen, es a lo sumo una terapia de grupo.

    La paradoja de zazen es que, cuando practicamos junto con otros, nuestra práctica en realidad no deja de ser, en lo íntimo, responsabilidad nuestra al cien por cien y es por lo tanto una práctica solitaria; y cuando practicamos de manera solitaria, si nuestro zazen es de verdad zazen, no excluye a nada ni a nadie en el mundo y, aun practicando en medio del desierto, jamás estamos solos.

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    1. Siempre que nos sentamos sobre un zafu estamos solos. Completamente de acuerdo con esto. Y también de acuerdo en que dependiendo de las circunstancias es mejor practicar solos, si no hay grupos o dojos para practicar con los demás, que no practicar. Pero en este caso creo que es imprescindible que de manera periodica practiquemos con otros en sesshines, en Templos, etc.
      También estoy completamente de acuerdo en que la responsabilidad de nuestra práctica nunca debe ser subrrogada. Somos totalmente responsables de nuestra práctica lo que ocurre es que despejar el profundo sentido de este "mi practica" no es fácil para la mayoría de los seres humanos sin el retorno que nos da el compartirla en un grupo con los demás.

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    2. Gracias de nuevo, Alfonso, por participar. De todo corazón.

      En realidad es imposible, salvo tal vez en el caso de algunas excepciones de vida eremítica, no compartir la práctica con los demás: yo la comparto con mis compañeros de trabajo, con mi familia, con mis amigos, con las personas que se cruzan conmigo en la calles y también, evidentemente, con aquellos que se sientan conmigo en el pequeño grupo al que tu y Gloria vinistés una vez.

      Y por supuesto que vienen retornos de allí, constantemente, retornos que me recuerdan instante tras instante lo pobre y extraviada que es y suele ser mi práctica y los pocos motivos que tengo para vanagloriarme de ella.

      Estoy de acuerdo en que es muy adecuado (no tanto como "imprescindible", que dices tu, pero sí muy adecuado) compartir momentos de práctica formal con otros.

      En los "Templos" a mí mucho no se me ha perdido. Durante mi período de "formación exterior", por llamarlo así, estudie junto a Eric Rommeluere, un practicante zen francés heredero dharma de Gudo Nishijima, el cual no poseia ningún templo (los retiros se realizaban en lugares alquilados ad hoc) ni solía incluir en la práctica que proponía casi ningún ritual (no había recitaciones de sutras, ni se comía siguiendo el ritual de los oryoki, ni se usaba el kesa, que Eric solo se pone si va a conferir los preceptos a alguien), así que nadie me habló nunca de esas cosas, ni me las enseño y no sé si tendrían "utilidad espiritual" en mi caso.

      En cambio si que suelo, cuando puedo, asistir a seshin junto a otros. Primero junto a Eric. Después conocí -por medio de Eric, aunque paradójicamente aquel fue el punto que marcó la separación entre su camino y el mío-, las seshin sin juguetes (en la que no es que no haya rituales, sino que ni siquiera hay samu, solo zazen), el modelo de práctica propuesto por Kosho Uchiyama, y que descubrí que era exactamente la vía que yo estaba buscando. Aquel fue el hito en el que comenzó, por seguir usando la expresión metafórica de antes, el período de mi "formación interior", período al que aun le falta bastante tiempo para ser completado, aproximadamente todo lo que me resta de vida.

      Por desgracia es muy difícil encontrar gente con la que compartir este modelo de práctica, de hecho que yo sepa tan solo en un lugar en Italia es posible encontrar esta propuesta (y puede que en el "Zendo l'eau vive, Hosuiji", en Francia, pero no lo conozc0o personalemnte), en casa de un amigo laico vinculado con la Stella del Mattino, e incluso allí es raro que nos reunamos más de 4 o 5 personas a practicar juntas.

      En los "ambientes" zen se suele repetir mucho el dicho de Dogen de que el zen es zazen, y se cantan alabanzas a esta práctica, pero a la hora de sentarse de verdad la gente se hecha atras, sentarte un ratito bien, pero más no, que duele y se hace cuesta arriba (¡el samadhi se hace cuesta arriba!), mejor cantar, arreglar el jardín, entretenerse.

      Con todo no descarto visitaros alguna vez. Una persona, aunque muy joven de mi total confianza, ha estado en Seikyuji, y aunque se que mucho zazen no se hace por allá dice que el ambiente, a pesar de los rituales y las vestimentas, es bastante distendido, poco formal y agradable.

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  18. Hola de nuevo Cristal. Como ya dije, la cuestión de la "obtención del satori" como fruto de un esfuerzo personal no es algo que esté en mente de Dogen, ni de la escuela que se reclama de Dogen, como la escuela Soto.

    La obtención del satori, como estadio personalmente alcanzado por alguien fruto de su esfuerzo (aunque al final este sea denominado un esfuerzo sin esfuerzo, etc. etc,) resuena más bien con el zen Rinzai, o con las escuelas cercanas a la filosofía advaita. Del advaita no se nada, pero del zen Rinzai existe en Francia el templo La Falise Vert, cuyo abad es Taïkan Jyoji, el cual posee al parecer todos los requisitos requeridos por la escuela Rinzai para sus enseñantes (varios kenshos confirmados por maestros reconocidos, etc.).

    Respecto a la escuela soto el autor de la presente entrada, Jiso Forzani, es también, desde mi punto de vista, una referencia confiable. Solo que, en un momento de su trayectoria, de un día para otro, siendo responsable de la gestión de un centro de práctica zen en Italia decidio cerrarlo, pues descubrió que esto, aquí en Europa, tendía a crear más extravío del que lograba resolver; de la misma manera que lo hace la importación de la noción confuciana de maestro/discípulo. Jiso eligió como método de enseñanza del Dharma, la no enseñanza; exigente y paradójico método, que sin embargo a algunos nos ha resultado esclarecedor.

    ... o como dicen en un texto perteneciente a otra tradición: "Los caminos del Señor son infinitos"

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    2. Sí, me doy perfecta cuenta de que no todas las tradiciones religiosas son lo mismo. Por eso hay distintas tradiciones religiosas.

      También me doy cuenta de que atman y anatman son términos excluyentes, no solo desde un punto de vista intelectual sino también -y más alla de aparentes coincidencias, que se encuentran sobre todo en el terreno recorrido por los místicos- en los distintos enfoques profundos de la práctica, en su sentido distinto, por eso es el budismo el que (a mí) me habla, y no el cristianismo.

      También entiendo que las concepciones de ser y de alma, heredadas de la cultura helenística y cristiana, son responsables en buena parte del exceso de acento puesto en occidente sobre el individuo, sobre el yo, y creo que a menudo obstaculiza a los practicantes occidentales (y me dicen que también a los orientales).

      Es cierto, en el fondo, en la dimensión de la verdad absoluta, no hay nada, no hay nadie. Pero, una vez comprendido esto, hay que seguir andando, y en ese andar cada vez nuevo y distinto hay que seguir manteniendo vivo el esfuerzo que nos abre a la comprensión de que no hay nada que liberar, ni nadie que pueda hacerlo.

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    4. Por comprensión quiero decir la realización del ser y del desvanecimiento del ser aquí y ahora, en un actuar que nos haga uno con el universo. No se trata ni de intelectualismo, ni de ensimismamiento, sino de total transparencia de lo que existe... Pero, ¿no nos estamos apartando un poco del tema de la entrada de Jiso?

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    6. Bien, la doctrina esta clara. En el sutra del nirvana, el texto que contiene las palabras supuestamente dichas por el Buda antes de su extinción, se dice: "El que ve pratityasamutpada (la cadena del origen co-dependiente), me ve a mí".

      Pero, ya que resides desde hace 20 años en Japón, ¿cual es tu experiencia del budismo por allá?, ¿están las cosas en general mejor, peor o igual por allá, y en qué?.

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    1. El blog de Soh Wei Yu (el que incluyes) es un blog muy conocido en todo el mundo, aunque Soh es de Malasia (ahora trabaja en Australia pero bueno...).

      Pero encontrarás que sus postulados son muy diferentes a los tuyos, CristalB. Soh (y su mentor Thusness) tienen bastante claro que sí hay mucho que lograr para librarse del sufrimiento.

      Es un blog de lectura muy interesante, aunque en su inicio puede ser duro, mejor comenzar por artículos de hace unos años

      Un abrazo

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  21. Gracias por los enlaces, Cristal, pero desgraciadamente no se inglés, y lo que devuelven los traductores automáticos es un galimatías con el que es fatigoso lidiar tras un rato de penosa lectura. Con todo he de decir que la cuestión budismo vs. advaita atrae escasamente mi interés, ya que practicamente no conozco nada de la literatura advaita ni he tenido contacto personal y directo con ningún practicante serio que siga este enfoque (solo por email y poco).

    Comencé a practicar a edad madura, y bastante me cuesta seguir por un único camino como para ponerme a transitar por varios. En relación al mix budismo/advaita y a la discusión sobre si son o no son lo mismo existe un blog de un amigo, Petitcalfred-Tao, que a veces pasa también por aqui (ver AQUI) en el que gustan de estas cosas, así como de la discusión sobre las múltiples etapas que según unos y otros autores conducen a la "iluminación", sobre los distintos "niveles" de iluminación, etc.. A mi estas cuestiones, con todo el respeto, me suelen sonar un tacto intelectualistas y apartadas de la práctica, pero pueden ser útiles para otros.

    Mi visión de la práctica budista, como he dicho numerosas veces, está básicamente inspirada por Dogen y por algunos sutras fundamentales [tanto mahayana como hinayana], en lo que al pasado se refiere; y por Kosho Uchiyama, entre los actuales, que me ha ayudado a realizar una lectura de Dogen adecuada a la modernidad. Es decir, está inspirada por zazen shikantaza.

    El asunto de la "consecución" del satori tampoco es algo que me interese mucho, o más bien nada. Estoy convencido de que ya somos nirvana, lo sepamos o no: Si actuamos de manera transparente en relación a este, este se realiza a traves nuestro; si actuamos de manera que nuestro interés egocentrico nos haga opacos, vivimos en la ilusión y en el extravío. A cada momento nos toca decidir entre ilusión y nirvana.

    Es igual con zazen, cuando se practica entendiéndolo como shikantaza (tan solo sentarse), sin expectativa alguna, con completa desnudez de espíritu, es ya de por si samadhi; cuando existe alguna expectativa. o algun ideal se mezcla (lo que soy ahora vs. aquello en lo que me gustaría convertirme), entonces es otra práctica, ya no estamos hablando de zazen shikantaza.

    Con esto no estoy diciendo que el camino que sigo sea el mejor, en absoluto. El budismo (y supongo que otras vías religiosas también) ofrecen multiples caminos adecuado a disitintas personas, a distintas culturas, a distintas épocas. Hay caminos que se transitan en solitario, otros de forma colectiva, hay caminos silenciosos y otros llenos de recitaciones y cánticos, hay caminos adecuados para personas más introspectivas y otros para personas más activas. El caminante debe de investigar cual es el camino que mejor se adapta a su andar y esforzarse en seguirlo con determinación.

    Insisto en que no digo que mi camino sea el mejor de los caminos. En realidad no existen, en estas materias del "espíritu", caminos mejores ni peores -ya se, ya se que estrictamente hablando espiritu NO HAY, pero como estamos usando el lenguaje, he de usar palabras cuya relación con lo que se quiere decir necesariamente es solo alusiva- , en realidad ni siquiera existen caminos previamente trazados, "pret a porter"; los construimos o no dia tras día.

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    2. ¿Has encontrado un maestro de verdad?, ¿quién es?, ¿cómo se llama?, ¿cómo supistes que era de "verdad"?, ¿cómo lo lograste diferenciar de los de "mentira"?, ¿qué tal te están yendo con él las cosas?, ¿en qué y cómo ha aumentado tu capacidad de comprensión?.

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    3. Intentando aclarar lo anterior.

      Existe una gran diferencia entre practicar humildemente sin expectativa de progreso alguno o incluso olvidando temporalmente la razón por la que se practica.

      Que practicar negando que el satori exista o la iluminación, o con el convencimiento que nunca "va a pasar nada" o incluso negando como irrelevantes toda experiencia como simple makyo o alucinación.

      En ese último caso el progreso me temo que está cerrado por la propia mente, e intuyo mucho practicante Zen Soto ahí al haber malinterpretado a Dogen.

      Un abrazo

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    6. Uhm, The Wanderling... pero ese texto concreto de él no lo he leido, luego lo hago. Es otra fuente muy interesante...

      Los samadhis advaita creo que se parecen más a los Jhanas Theravada que también están muy bien descritos, echa un ojo. Es una cuestión de meditación samatha que no es exactamente como el shikantaza que tiende más a meditación vipassyana (aunque está ahí en medio).

      De hecho en el 4to Jhana, que es el úlitmo Jhana "de la forma", la respiración se detiene según los textos, ¿te suena? :)

      El Adv.Vedant, es lo más cercano al budismo que llega el hinduismo, es cierto.

      Pero el concepto de samadhi en Adv. Ved. es para mi confuso, hay gente que se refiere a ellos como estados meditativos (y entonces coinciden con los Jhanas bastante) y otras personas hablande ellos como cambios permanentes de consciencia (las 24 horas y para siempre) y entonces se parecen más a estadios de realización, como los de las doma del buey Zen, sería el caso de Turiya o Turiyatita.

      En el blog de Soh Wei Yu, puedes leer la distinción propuesta entre experiencia (normalmente meditando) y realización, normalmente un entendimiento que provoca un cambio de consciencia permanente.

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  22. ==========
    Yo no he dicho que no haya mucho que lograr. Lo que he dicho es que el único que desea logros es el ego. Lo importante es perder toda expectativa. Lo cual es lo mismo que decir que hay que renunciar a todo logro.

    Esto no es una paradoja. Es que los logros deseados por el ego no tienen nada que ver con la visión correcta. Esos logros deseados son objetos (conceptos) ideados por el ego para mantenerse activo como sujeto.

    ¿Porqué crees que Dogen insistía tanto en la pérdida de toda expectativa? La razón es que toda expectativa es actividad mental. Si no hay actividad mental la conciencia se absorbe espontáneamente de los sentidos (samadhi).
    ===

    Entonces te había interpretado mal, CristalB. Totalmente de acuerdo con lo que dices, excepto que no es que sea imprescindible tal cosa, simplemente es el camino de Dogen y funcionará, pero no es el ÚNICO camino como lo demuestran muchas otras doctrinas que hacen mayor foco en otros puntos para desarticular el ego. Por ejemplo Thusness y Soh wei Yu, sin negar que eso es así, no lo convierten en el punto fundamental de su práctica, como casi lo hace la escuela Zen Soto. O tenemos Mahamudra o Dzogchen que hacen mucho más foco en el entendimiento de la naturaleza de la mente o Dzogchen que lo hace en la contemplación pura de la mente, o Rinzai con el método Koan (donde el logro está presente siempre), etc...

    Es curioso como el Zen Soto parece estar estableciéndose como "pensamiento único" (y encima distorsionado) de lo que es la liberación budista, cuando de hecho es una escuela bastante "especial" y diferente dentro del budismo. Pero claro, es la más popular en Europa y se nota.

    La otra interpretación que yo hacía de tus palabras (errónea, disculpa), es muy habitual en los practicantes Zen Soto y desgraciadamente creo que bloquea todo progreso, ojalá me equivoque... Me refiero a las frases: no hay nada que lograr, ya somos buddhas,etc... A veces oyendo a practicantes Zen Soto occidentales uno casi creería que convierten el Satori, toda experiencia, el despertar e incluso la Iluminación casi en un pecado a evitar. Y claro, la mente lo evita...

    Un abrazo

    PD: Roberto, he iniciado la traducción del texto que CristalB comenta de Soh Wei Yu. Lo tenía en la recámara hace tiempo e interpreto que toca ahora. Irá apareciendo en Septiembre.

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  23. Creo que es erroneo y posible fuente de malasinterpretaciones el identificar a Dogen con la escuela soto, de la misma forma que considero erroneo identificar a Cristo con Rouco Varela, a Kandinsky con Goya o a Marx con Stalin tan solo porque formalmente tienen raíces comunes. De hecho, creo, Dogen probablemente (o, más bien, según sus escritos) no estaría de acuerdo con muchas de las cosas tal y como hoy en día se vienen desarrollando en la escuela soto.

    En realidad en la escuela soto históricamente a Dogen se le ha leído más bien poco. En la estructura y funcionamiento de esta escuela habría que ver más bien la mano de Keizan (el 3º sucesor de Dogen) que la de Dogen. Tampoco hay que olvidar que entre Keizan y Dogen se produjo, al interior de lo que actualmente se llama esuela soto, un "cisma", episodio conocido como "sandai soron", y que dicho "cisma" mantuvo enfrentados a Heiheiji (el templo fundado por Dogen) y a Sojiji (el templo fundado por Keizan), hasta el siglo XIX, período en que se "soluciono" dicho enfrentamiento no por voluntad de los moradores en dicho centros, sino por una orden del emperador Meiji que tenía que ver con intereses político administrativos y no religiosos.

    Yo, en particular, no estoy ligado a la escuela soto, ni formalmente, ni emocionalmente. Otra cosa es que sea Dogen quien ha ayudado a arrojar algo de luz sobre mi vida y que determinados autores y determinados practicantes que sí pertenecen a esa "confesión" me resulten cercanos e inspiradores.

    Respecto a Ku (sunyata), habitualmente traducido como vacío o vacuidad, posiblemente confundiría menos nuestras mentes de occidentales, que tenemos tendencia a ontologizar incluso lo in-ontologizable, convirtiendo la "vacuidad" en una especie de "algo" misterioso y evanescente. Puede que fuese mejor adoptar como traducción la de incesante "presencia"; ya que el oriental más que la ausencia de todo lo que creo que interpreta ahí es la permanente y co-dependiente posibilidad de todo. De hecho otgro significado de ku es "cielo" y el cielo es aquello que todo lo contiene, sin impedir nada, sin ser obstaculizado por nada. En este sentido propuesto aquí (la traducción, o más bien la comprensión de sunyata como "presencia", m´`as que como "ausencia") va también uno de los epílogos del libro "Los Budas nacen en el fuego" de Éric Rommeluère (desgraciadamente solo accesible en francés. O en mi traducción al castellano -inedita y no oficial-, pero que puedo remitir a quien me la pida para su uso), quién fue mi "maestro" durante unos cuantos años.

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    2. Cristal Ball, quizá te interese leer "Autobiography of a Jnani" cuando Rajiv comienza el relato viene de una experiencia energética que quizá es la que comentas en ti mismo pero en su caso a través del Kriya yoga.

      El texto en PDF es fácil de encontrar, si dominas el inglés te recomiendo la versión original a la traducida.

      Un abrazo

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  25. ¿Interrupción de la respiración, parada del corazón, suspensión de los sentidos y salida de la energía por la parte alta de la cabeza? Jamás he escuchado hablar de algo así en el budismo, y en cualquier caso no son objetivos que despierten el menor anhelo "espiritual" en mí.

    Supongo que serán metáforas derivadas de una fisiología metafísica premedieval propia del yoga o del advaita primitivos, aunque desconozco el origen y el posible sentido de afirmaciones así.

    En cualquier caso, no puedo dejar de pensar que, tras tan excesivas y airadas negaciones del yo, se esconde en realidad una superinflacción del yo. Espero sinceramente que encuentres pronto un maestro, pues en casos como el tuyo sí que son una ayuda imprescindible, o algún tipo de ayuda especializada, que te sirva para dejar de saltar de unos maestros a otros y de una doctrina en otra, al parecer sin pararte en ninguna, y logre apaciguar esos pensamientos que (estoy seguro) te estarán obsesionando y causando sufrimiento.

    No es ese mi camino, no son imposibles a los que yo aspiro, ni la negación de todo lo que define la vitalidad de nuestro ser está entre mis objetivos. A lo que aspiro, los "milagros" que pretendo para mi vida son algo mucho más humano, mucho más factible, mucho más humilde y que pueden resumirse en aquel dicho del maestro zen chino Bokoju: "cortar leña, sacar agua del pozo".

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  26. ¿Interrupción de la respiración, parada del corazón, suspensión de los sentidos y salida de la energía por la parte alta de la cabeza? Jamás he escuchado hablar de algo así en el budismo, y en cualquier caso no son objetivos que despierten el menor anhelo "espiritual" en mí.

    Supongo que serán metáforas derivadas de una fisiología metafísica premedieval propia del yoga o del advaita primitivos, aunque desconozco el origen y el posible sentido de afirmaciones así.

    En cualquier caso, no puedo dejar de pensar que, tras tan excesivas y airadas negaciones del yo, se esconde en realidad una superinflacción del yo. Espero sinceramente que encuentres pronto un maestro, pues en casos como el tuyo sí que son una ayuda imprescindible, o algún tipo de ayuda especializada que te sirva para dejar de saltar de unos maestros a otros y de una doctrina a otra, al parecer sin pararte en ninguna, y logre apaciguar esos pensamientos que (estoy seguro) te estarán obsesionando y causando insatisfacción, desasosiego y sufrimiento.

    No es ese mi camino, no son imposibles a los que yo aspiro, ni la negación de todo lo que define la vitalidad de nuestro ser está entre mis objetivos. A lo que aspiro, los "milagros" que pretendo para mi vida son algo mucho más humano, mucho más factible, mucho más humilde y accesible (y que, aun así, requieren de todo nuestro esfuerzo) que pueden resumirse en aquel dicho del maestro zen chino Bokoju: "cortar leña, sacar agua del pozo. ¡Qué maravilla!, ¡Qué misterio!".

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  28. Hola de nuevo, Cristal. Que nuestro caminos diverjan completamente no es ni malo, ni bueno, es simplemente así. Con todo espero que las cosas te vayan bien.

    A Petitcalfred, o Tao, que es su nombre de guerra informático lo puedes encontrar en su propio blog, te adjunto la dirección. Yo a veces paso también por allí, pues aunque yo no esté "obsesionado" con logros fuera de lo común, ni con la "consecución de la iluminación", ni con los métodos graduales y por etapas para conseguir lo anterior, por lo que he hablado con él, creo que es una persona comedida e informada respecto al (para mí extraño) mundo advaita.

    http://petitcalfred.wordpress.com/

    Un saludo desde España

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    2. Sera tonto el Bola de Cristal este....

      Tanto hablar de la negacion y lo ilusorio del ego y fijate todo ofendido por las sinceras palabras de Roberto.

      Menos aspiracion a que se te corte la respiracion y te qyedes sin pulso y mas humildad.....que a buen seguro a todos nos beneficia.

      Saludos en gassho para todos.

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    3. Gracias Roberto por tu apreciacion.

      Entonces digo ...el listo......que no veas las conferencias que mete.

      Por cierto, lo de seshin sin juguetes es esencial.

      Menos croar que las ranas no se iluminan..

      Sin embargo si samu, tiene que ser especialmente cuesta arriba.

      Saludos y felicidad para todos.

      Se me olvidaba....muchas gracias por tu blog Roberto.

      Y por permitir participar a todos.

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  29. Nuestras discusiones interiores no son, frecuentemente, más que la consecuencia de los altercados del día. Créeme: no discutas jamás con nadie; no sirve para nada. Cada uno y cada una están seguros de llevar la razón y busca menos ser aclarado en sus dudas que vencer en una disputa de palabras. Se retiran disgustados, atrincherados en sus posiciones, y la disputa continúa por dentro. Se acabó el silencio y la paz.
    Si no lo tienes que hacer por tu cargo, no intentes convencer. Pero si quieres permanecer tranquilo, pasa la página apenas se inicie la controversia. Acepta ser derribado al primer golpe y ruega dulcemente a Dios que haga triunfar su verdad en ti mismo y en los otros; y, a otra cosa: tu alma no es un forum, sino un santuario. Se trata para ti, no de tener razón, sino de embalsamar a tu alrededor con el perfume de tu amor. La verdad de tu vida testificará la de tu doctrina. Mira a Jesús en su proceso: “callaba” (Mt 26 63), aceptando las injurias; ahora Él es Luz para todo hombre que viene a este mundo (Cf. Jn 1, 9)
    Creo que es de un cartujo

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  30. Gracias a Roberto y a todos los participantes por ofrecer este contra luces, por enfrentar perspectivas,esto enriquece la comprensión.Hasta ahora pude leerlo y de nuevo gracias, y un saludo desde una pequeña esquina en Sur América. Bogota.

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  31. ¿Tiene salario un Maestro Zen? ¿Se cobra complemento por ser abad? ¿Un monje puede tener propiedades como automóvil, ordenador portatil, teléfono móvil? Lo pregunto porque entiendo que los monjes budistas tienen votos y renuncian a tener propiedades salvo unas mínimas,

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  32. No se muy bien a que te refieres con "Maestro Zen". Si, por ejemplo, te refieres a haber recibido el shiho, también conocido como "trasmisión del Dharma", lo que ello comporta en la práctica es la recepción de una categoría administrativa dentro de una escuela zen.

    La figura del "Maestro Zen" es en buena parte una idealización occidental; idealización cuyos rasgos podemos encontrar, por ejemplo, en el prólogo escrito por Richard Baker, que recibió la trasmisión del S. Suzuki, al conocido libro de este último "Mente zen, mente de principiante". Años después Richard Baker fue protagonista de una serie de escandalos derivados de su relación con las mujeres así como del ostentoso modo de vida que llevaba a costa de sus seguidores.

    Pero todo eso no tiene nada que ver con el zen, sino con la "iglesia" zen, que en la medida que es una institución (también) mundana, se extravía por los mismos camino por los que nos extraviamos los humanos.

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  34. La persona de la que hablaba era Shunryu Suzuki, no de Daisetsu Tetsaro Suzuki, que qué yo sepa no tubo discípulos. De Daisetsu Tetsar han venido, también a traves de Richard Baker, el discípulo de S. Suzuki gran parte de los mitos y de las ensoñaciones originadas en occidente al respecto de ideas como iluminación, satori, etc. [Nota.: S. Suzuki se formo en la escuela soto, mientras que D.T. Suzuki lo hizo en la rinzai, pero en todas partes cuecen habas]

    Y, puestos a dar consejos, el mio sería, más que no pagar, no fiarse de quién nos cobra por dar una enseñanza referida al Dharma... y, ya puestos, tampoco de quien juega a hacerse el japonés cuando no lo es. La práctica fundamental del zen es el zazen y eso no es una práctica china, tibetana, tailandesa o japonesa. No es una práctica oriental, es algo practicable por cualquiera, en cualquier país.

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  35. Puesto que acabo de eliminar un comentario, advierto que todos aquellos comentarios que contengan insultos personales serán eliminados de aquí en adelante.

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  36. Muchas gracias Roberto, me ha sido de gran ayuda.

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