lunes, 20 de abril de 2015

Zazenshin, Dogen [20]. Traducción y comentarios por Aldo Tollini


Continuación de la traducción y los comentarios realizados por Aldo Tollini al Zazenshin de Dogen. 



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Zazenshin
La aguja de zazen [20]
 

Zazenshin del maestro ch'an Wanshi Shōgaku por designación imperial:


La función esencial de todos los Buddha,
La función esencial de todos los patriarcas,
Es conocer sin estar en contacto con las cosas,
Es resplandecer sin iluminar nada.
Conocer sin estar estar en contacto con las cosas,
Es un conocimiento intrínsecamente sutil;
Es resplandecer sin iluminar nada,
Es una claridad intrínsecamente misteriosa.
Un conocimiento intrínsecamente sutil,
Es pensar todo sin discriminaciones.
Una claridad intrínsecamente misteriosa,
Es cuando no existe la más mínima fractura.
Pensar todo sin discriminaciones,
Es un conocimiento especial sin igual.
Cuando no existe la más mínima fractura,
Es la claridad de la iluminación que no retiene.
El agua está clara hasta lo profundo,
Los peces nada tranquilos.
El cielo es infinito y sin límites.
Los pájaros vuelan lejos.

La “aguja” de la “aguja de zazen” es la manifestación de la gran función [del zazen], es modelo [a seguir] que va más allá del sueño y la forma, es el punto de conjunción que precede al nacimiento de los padres, es el placer de no injuriar a los Buddha y a los patriarcas, es [comprender] la inevitabilidad de la destrucción de propio cuerpo y de la perdida de vida, es una cabeza de shaku y un cuello de dos sun.

[Comentario (de Dogen) al texto]

La función esencial de todos los Buddha.

Los Buddha toman siempre a los Buddha como su función y realizan esta función. Esto es zazen.

La función esencial de todos los patriarcas.

[Como dice Ekaku] “mi maestro no tenía un dicho similar”. Este principio es “los patriarcas”. [Por eso] el Dharma es trasmitido y el vestido es trasmitido. Las caras del dicho “girar la cabeza y cambiar el rostro” son la “función esencial de los Buddha”. Las cabezas del dicho “cambiar el rostro y girar la cabeza” son “la esencia funcional de los patriarcas”.

Conocer sin estar en contacto con las cosas.


Aquí no se trata del conocimiento perceptivo, porque eso cuenta poco, y no es tampoco un conocimiento de tipo intelectual, porque este es artificial. Por eso, conocer es tocar las cosas y no tocar las cosas es conocimiento. Esto no debe de ser considerado como conocimiento universal, ni considerado como auto-conocimiento. Ese no tocar las cosas [significa] “en el sitio claro llega, en el sitio claro golpeo; en el sitio oscuro llega, en el sitio oscuro golpeo”, y sentarse “destruyendo la madre que da vida a la piel”.

Es resplandecer sin iluminar nada.

Este iluminar no es un iluminar con una luminosidad [dualista], ni una aclaración espiritual, sino [simplemente] esclarecer sin que nada sea esclarecido.

La claridad no es distinta del objeto esclarecido porque el objeto esclarecido es la claridad misma. “Sin [que] nada” significa que ninguna cosa está escondida en todo el mundo y que incluso despedazando este mundo no se pierde nada; es sutil, es misterioso, es interactuante y no interactuante.

Un conocimiento intrínsecamente sutil.
Es pensar todo sin discriminaciones.


El pensamiento es por si mismo conocimiento y no necesariamente necesita de la capacidad de otros. Este conocimiento tiene forma y la forma son las montañas y los ríos.

Estas montañas y ríos son una cosa sutil, y esta sutileza es misteriosa y cuando la usamos está viva.. Para hacer un dragón no importa si estamos dentro o fuera de la puerta de U. Usando incluso una pequeña parte de este conocimiento se atrapan montañas y ríos de todo el mundo y con toda la fuerza propia se conoce. Si no existe nuestro conocimiento íntimo de montañas y ríos, ni siquiera existe un conocimiento parcial. No hemos de lamentarnos si el pensamiento discriminante llega de forma tardía. [Esto es porque incluso] los Buddha que ya en el pasado habían usado la discriminación están ahora aquí presentes [iluminados]. “Nunca en el pasado” significa “ya en el pasado” y “ya en el pasado” significa estar aquí presentes [como Buddha iluminados]. Por tanto, “sin discriminaciones nunca en el pasado” significa que no se encuentra ni siquiera una única persona.

Una claridad intrínsecamente misteriosa,
Es cuando no existe la mínima fractura.


La mínima fractura es el mundo entero. Sin embargo, [esta claridad] es intrínsecamente misteriosa e intrínsecamente luminosa. Por tanto, es como si no llegase de ninguna fuente. [Puesto que no es visible no hay que dudar de los ojos y no hay que confiar en las orejas [habiendo oído decir que esta claridad es visible]. Es necesario aclarar el significado profundo más allá [del sentido aparente], no girar dentro de las palabras para buscar la regla: esto es la claridad. Por tanto, esta es sin iguales, por esto es incomprensible y ha sido considerada como una extravagancia. ¿Ha sido considerada de esta forma, y hemos tal vez de dudar nosotros?

El agua está clara hasta lo profundo,
Los peces nadan tranquilos.


“El agua está clara”. Para el agua que está en el cielo la expresión “agua clara” no es suficiente. Tanto más en tanto que no es el agua de la claridad aquella que se encuentra sobre esta tierra, sino aquella que no tiene orillas [límites] en sus extremos, y esa es “el agua clara” de verdad. Si un pez se mueve en este agua, no es que no se mueva. Por mucho que se mueva decenas de miles de grados no es medible, no es agotable. Puesto que no existe orilla [de referencia] para medir, y arriba no hay nubes en el cielo y no hay un fondo hasta el cual sumergirse, no hay nadie que pueda medir. Si queremos discutir sobre la medida [en realidad podemos solo decir] que hay “el agua absolutamente clara”. La virtud del zazen es como aquel moverse del pez, [incluso moviéndose] mil o diez mil grado, ¿quién lo mide? El moverse libre [de los peces] es [como] el recorrido del pájaro que se mueve sin meta.

El cielo es infinito y sin límites
Los pájaros vuelan lejos.


“El cielo es infinito” no tiene que ver con el Cielo El cielo que tiene que ver con el Cielo no es el cielo infinito. Y ni siquiera es el cielo infinito [en el sentido] de que se expande por todas partes; ni escondido ni manifiesto, sin adelante ni atrás: esto es el cielo infinito.

Si un pájaro vuela en este cielo, es un dharma de volar en el cielo. [Este] acto de volar en el cielo no es medible. Volar en el cielo es todo el mundo, porque todo el mundo vuela en el cielo. Aun no sabiendo cuanto se extiende este volar, para expresar [este volar] más allá de lo medible, decimos “vuela lejos”. [Es como el dicho] “Andar sin atar los cordones debajo de los pies”. Cuando el cielo vuela, incluso los pájaro vuelan. Cuando los pájaros vuelan, incluso el cielo vuela. Para expresar este “volar” [decimos] “está precisamente aquí”. Esta es la aguja del [zazen] firme inmóvil; por muchas decenas de miles de avances que existan, decididamente se dice: “está precisamente aquí”.

Este es el zazenshin del maestro ch'an Wanshi. Entre todas las generaciones de monjes antiguos no ha existido ninguno [que halla escrito] un zazenshin  como este. Si los sacos de piel que apestan por todas partes debiesen de expresar un zazenshin como este, incluso aunque se esforzasen durante una o dos vidas, no lo conseguirían.

En todas las direcciones no existe otra que esta aguja. Cuando mi maestro subía sobre el asiento para hablar decía a menudo: “Wanshi es un viejo Buddha”. Nunca dijo algo parecido sobre otro chino. Cuando se tiene ojos para conocer a una persona, se tiene también orejas para [conocer] la voz de los Buddha y de los patriarcas. Es verdaderamente conocido que existen Buddha y patriarcas sobre el monte Tōzan.29 Ahora han pasado más de ochenta años desde los tiempos del maestro ch'an Wanshi. Viendo su zazenshin yo compongo mi zazenshin. Hoy es el día XVIII del tercer mes de Mizuetora, del tercer año Ninji (1242). Desde hoy al día VIII del X mes del XXVII año de Shao xing,30 se pueden calcular aproximadamente que hay 85 años.


Comentario

En este párrafo presenta y comenta el Zazenshin del maestro Wanshi Shōgaku, el único que desde su punto de vista es válido.
La función esencial de todos los Buddha,
La función esencial de todos los patriarcas.

La función de los Buddha y de los patriarcas, que es la misma, es la de trasmitir la enseñanza más allá de las palabras (como dice Ekaku: “mi maestro no tiene un dicho parecido), para hacer ver la realidad de forma distinta a a aquella a la que las personas ordinarias están habituadas.
Es conocer sin entrar en contacto con las cosas.

El verdadero conocimiento no es un conocimiento perceptivo y ni siquiera es un conocimiento de tipo intelectual, puesto que estos son limitados. En cambio “conocer sin entrar en contacto con las cosas” es “un conocimiento intrínsecamente sutil” puesto que se trata de un conocimiento que no se basa sobre la percepción, ni sobre los sentidos, que, por tanto, no tiene necesidad de contactos externos, sino que proviene todo del interior, desde nuestra naturaleza-de-Buddha. Es un conocimiento que está más allá de las discriminaciones y que acepta la realidad tal como es, sea clara u oscura. Este tipo de conocimiento no es una acumulación de saber, sino que es tal que renueva en lo profundo y “da (nueva) vida a la piel”, nos lleva a una nueva vida.

Es resplandecer sin iluminar nada.

“Resplandecer sin iluminar nada” es una luminosidad intrínseca que no se basa sobre algo distinto a sí mismo. También en este caso, como antes para el conocimiento, es negado el dualismo entre sí mismo y algo distinto a sí mismo. Entonces, “la claridad no es distinta del objeto iluminado porque el objeto iluminado es la claridad misma”, la fuente de la luminosidad y el objeto de la luminosidad no son dos sino un mismo objeto.

La ausencia de un objeto de la luminosidad, “sin nada”, significa “que ninguna cosa está escondida en todo el mundo y que incluso despedazando este mundo no se pierde nada”, es decir todo es claro y evidente tal como es. Esta realidad, que es la manifestación de la iluminación, es la coseidad tal y como es, sin esconder nada. Toda su expresión en su simple existir expresa la verdad de la iluminación.
Un conocimiento intrínsecamente sutil,
Es pensar todo sin discriminaciones.

El verdadero conocimiento, aquel que no está en contacto con las cosas, se basa sobre el pensamiento no discriminante. En esta interesante exposición de una teoría budista del conocimiento, Dōgen hace una afirmación extremadamente moderna: “El pensamiento es por sí mismo conocimiento y no tienen necesidad de otras capacidades”. ¿Qué entiende con pensamiento? ¿Quizás el pensamiento discriminante, la capacidad de reflexionar sobre las cosas? Ciertamente no es esto lo que Dōgen quiere decir. Se refiere al pensamiento no discriminante, es decir a la capacidad de pensar el universo como un único objeto unitario.

¿Cual es el conocimiento que se deriva de un pensamiento así? Es un conocimiento que se refleja totalmente en la realidad misma. No existe fractura entre conocimiento y objeto conocido y el conocimiento es toda la realidad entera (es “las montañas y los ríos”). Si tenemos este tipo de conocimiento, entonces no sirven los esfuerzos para adquirir la iluminación (para hacer un dragón no sirve la puerta de U), ella está ahí delante de nosotros desde siempre. Este conocimiento no es un conocimiento parcial, o lo tenemos y conocemos todo el mundo y toda la realidad o bien no conocemos. No es un conocimiento acumulable y perfeccionable con el tiempo y el esfuerzo, sino que es en cambio el resultado de un “girar la cabeza y cambiar la cara”, es decir, de una trasformación interna profunda.

El pensamiento no discriminante no está dado, pero se alcanza y no debemos de preocuparnos si se alcanza tardíamente, porque el tiempo no tiene sentido. Por ello cuando se dice “sin ninguna discriminación en el pasado” aquel “ninguna... en el pasado” significa “ya... en el pasado” que a su vez significa “estar aquí presentes”. Por tanto alcanzar el pensamiento no discriminante es como estar juntos desde siempre, más allá de la dimensión temporal.
Una claridad intrínsecamente misteriosa.
Es cuando no existe la mínima fractura.

Como dice en el Fukan zazengi “si existe una separación [del tamaño] de un sutilísimo cabello, el Cielo y la tierra se separan claramente; si surge, incluso un poco, [la percepción de los opuestos se pierde el corazón en la confusión”. Por tanto “la mínima fractura es el mundo entero”. No se trata de dimensiones, la mínima fractura en el pensamiento es el surgir de la discriminación y es una rotura definitiva.

La claridad no viene de una fuente y no tiene un objeto que clarificar, sino que es la claridad en sí misma. Es la claridad interior que está en condiciones de iluminar todo el mundo. Si no es visible, no se duda de su existencia. Pero hay que tener cuidado, esta claridad interior no proviene de la especulación intelectual (“no des vueltas dentro de las palabras para buscar la regla”).
El agua está clara hasta lo profundo,
los peces nadan tranquilos.

El agua verdaderamente limpia sobre esta tierra no es el agua “que tiene orillas en sus extremos”, es decir el agua de los mares, de los ríos, de los lagos y de los estanques, sino que es el agua verdaderamente clara de nuestra mente. Aquello que se mueve en el agua clara de nuestra mente o en el cielo claro de nuestra mente “no es medible, no es agotable”, se mueve libremente sin dejar rastros. ¿Cómo se puede medir sin puntos de referencia? ¿Cómo se puede cuantificar aquello que no es medible? Es simplemente libre de ser aquello que es.

En el zazen, ¿quién mide el movimiento de los peces y de los pájaros (los pensamientos, las emociones) en el agua y cielo de nuestra mente?
El cielo es infinito y sin límites,
Los pájaros vuelan lejos.

Por mucho que parezca que el cielo es infinito, es solo el cielo de nuestra mente el que es verdaderamente infinito.

Aquello que se mueve en este cielo infinito de nuestra mente no es medible, sino que se le deja libre para moverse, para ir y venir. Aquello que vuela en este cielo no es una cosa o dos cosas, sino todo el mundo. “Cuando el cielo vuela, también los pájaros vuelan. Cuando los pájaros vuelan, también el cielo vuela”, no son dos cosas sino la misma cosa, el cielo es los pájaros y los pájaros son el cielo mismo. Y el volar, por muy lejos que se pueda ir, está precisamente aquí en este momento.

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Aldo Tollini


 

Pratica e Illuminazione nello Shobogenzo

Testi scelti de Eihei Dogen Zenji


Ubaldini Editore. Roma, 2001


Traducción: Roberto Poveda Anadón

Fotografía: Roberto Poveda Anadón

5 comentarios :

  1. viniendo del blog de Tao y preguntando: ¿podrías recomendar algún libro de KOSHO UCHIYAMA?
    Gracias.

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  2. Hola Marcos, Bentornato.

    De Kosho Uchiyama lo único publicado en España es por el momento "Abrir la mano del pensamiento", que está en editorial Kairos. Al margen de esto puede encontrar de Uchiyama "El zen de Dogen como religión", un libro breve suyo, traducido por mí y que puedes encontrar en formato PDF y listo para imprimir, Aquí , fuera de estos "libros" puedes encontrar unos cuantos artículos de Uchiyama en la pestaña de arriba de esta página denominada "Indice de autores y textos", buscando en Uchiyama.

    En Italiano y en Inglés se que existen algunas cosas más publicadas, y en japonés, por supuesto, está todo :)

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  3. Gracias Roberto. Ya descargué el de "El Zen de Dogen como religión", en breve me pongo con el.
    Gracias también por la impagable labor de traducciones que haces, acercándonos textos tan valiosos. Me sirvió en mi comprensión de la práctica las traducciones de los escritos de Muhô Nölke.
    Gassho,
    Marcos.

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  4. De nada Marcos, gracias a tí por pasar por aquí.

    De Muhô Nölke me resultó muy inspirador el concepto de práctica adulta, es decir aquella práctica que se sostiene sobre si misma, y no sobre ningún imaginario proyectado fuera de uno mismo (en los demás, en la shanga, en los ritos orientales, en el nirvana definido como un "algo" a alcanzar, en la falsa idea de maestro o en cualquier forma exterior). Sin embargo, rompiendo con la hasta ahora saludable tradición de Antaiji de dimitir del rol de abad sobre los 10 años, Muho está comenzando a "instalarse" demasiado en ese rol, corriendo con ello el riesgo de profesionalizar aquello que no es profesionalizable. Por otra parte (a cada cual lo que es suyo) he de decir que las traducciones de Muho Nolke no son mías, sino de Susana, una buena amiga que estuvo viviendo junto a Muho en Antaiji durante un año ... y que ademas sabe ingles :)

    Respecto al libro de Uchiyama, no el que yo traduje (que también) sino el otro, "Abrir la mano del pensamiento". marcó para mí una antes y un después en mi comprensión del zen.

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  5. No puedo sino sumarme a los agradecimientos por la traducción de los textos de Muho, aunque recuerdo que finalmente acabé devirándolos en inglés, y al reconocimiento de la inspiración por parte tanto de Muho con sus "papeles higiénicos" como de Uchiyama con su "Abrir la mano del pensamiento".

    Un abrazo

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