jueves, 17 de diciembre de 2015

Todavía no nacido. Kōdō Sawaki, Kōshō Uchiyama, Shōaku Okumura.

Kōdō Sawaki

Sentarse en zazen es volver a entrar en el útero de nuestra madre. Por tanto no es un medio que tienda a un fin.

Kōshō Uchiyama

Un muchacho terminó con malas compañías y se convirtió en un delincuente. A menudo pedía dinero a su madre y desperdiciaba su tiempo.

Un día aconteció que se encontró con su madre por la calle y le pidió dinero. La madre no podía ya más y le increpó: “¿Por qué tendría que darte dinero?” Eres bastante grande para ser independiente, pero no quieres encontrar un trabajo. ¿Por qué me creas siempre problemas?”.

El hijo respondió: “Me repites siempre lo mismo, pero yo no te he pedido que me traigas al mundo. ¿Por qué me has hecho nacer?”. Para la mayor parte de los padres esta es la pregunta más difícil. Cunado tenía veinte años y mis padres me criticaban por esto o aquello, dije una vez: “¿Por qué me habéis hecho nacer?”. Callaron inmediatamente.

Pero de esta historia deduzco que las madres de la generación de posguerra eran más fuertes y más inteligentes. De hecho le replicó: “¡Qué lástima!, sin embargo eres demasiado grande para volverte a meter en el útero. Vuélvete pequeño y vuelve a entrar, si lo consigues no te haré nacer”.

Alguien me contó el otro día esta historia. Cuando escuchaba historias interesantes como esta, a menudo se las contaba a Sawaki rōshi mientras le servía el te. Ahora ya no está, y yo me siento solo. Pero pienso que, si la hubiese escuchado, habría dicho: “Zazen es la postura en la que el yo no ha nacido todavía”.

Shōhaku Okumura

En este libro, Sawaki rōshi y Uchiyama rōshi expresan el significado de zazen de varios modos:

- “En zazen el sí mismo vuelve sí mismo el sí mismo”.
- “Nuestra práctica de zazen es volver a observar el mundo como tras un letargo”.
- “Practicar zazen es dejar de ser una persona ordinaria”.
- “Zazen es observar el mundo desde el propio ataúd, ya sin el yo”.
- “Practicar zazen es dejar de observar desde una perspectiva cualquiera”.
- “El verdadero zazen no es algo que satisfaga los deseos inmaduros de una persona  ordinaria”.
- “Desde la perspectiva de los seres humanos ordinarios el zazen que él enseñaba es inútil; es simplemente la práctica de una religión verdadera”.

Y en este capítulo, Sawaki rōshi añade: “Sentarse en zazen es volver a entrar en el útero de nuestra madre. Por tanto no es un medio que tienda a un fin” Un feto es simplemente él mismo, pacíficamente, no desea nada. El feto y el útero son completamente uno pero no son la misma cosa, precisamente como una persona que está sentada en zazen.

Esta expresión probablemente provenga de la idea budista del Tathagāta-garbha, que significa “embrión de buddha”. La imagen tiene dos caras: 1.) la naturaleza búdica es un embrión que vive dentro de nosotros. 2.) nosotros somos el pequeño buddha en el seno del Tathagāta, el Despertado.

La expresión “todavía no nacido” de Uchiyama rōshi equivale a la imagen sugerida por Sawaki rōshi de zazen como un observar el mundo desde el propio ataúd; ambas significan que zazen no tiene nada que ver con la satisfacción de los deseos humanos. Entre el nacimiento y la muerte hemos de tener en cuenta nuestras responsabilidades, pero en zazen cada uno de nosotros es como un feto o como un muerto. La expresión “todavía no nacido” también hace eco con el kōan “¿Cuál era tu rostro original antes de que nacieran tus padres?”.

Sawaki rōshi define zazen como la práctica del Dharma del Buddha, que va más allá de nuestros personales deseos de ganancia. En el budismo existen dos aspectos de la doctrina: mundano y ultramundano. Con palabras simples, esta distinción equivale a aquella entre verdad relativa o convencional y verdad absoluta o última. El zazen es una práctica ultramundana que no tiene nada que ver con las expectativas de recompensa.

El diálogo entre Bodhidharma y el emperador Wu, conservado como caso I en el Biyan lu (“La colección del acantilado azul”) es un buen ejemplo. El emperador Wu pregunta: “He construido templos y permitido a muchos monjes ser ordenados: ¿qué mérito hay en esto?”. Bodhidharma responde: “Ningún mérito”. El emperador pregunta: “¿Cuál es el significado supremo de la sagrada verdad?” Bodhidharma responde: “Vacuidad, nada sagrado”.

El emperador Wu habla desde la perspectiva del Dharma mundano y Bodhidharma responde desde la del Dharma ultramundano. Cuando Dōgen zenji decía que deberíamos practicar “sin espíritu de provecho” (mushotoku), hablaba también él desde la perspectiva del Dharma ultramundano.

Zazen no debe de estar contaminado por nuestros deseos, ni siquiera por el deseo de Despertar o el de convertirse en un buddha.



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Del libro Kōdō senza dimora

 
Kōshō Uchiyama, Shōaku Okumura
Ed. Ubaldini, Roma 2015

Traducción: Roberto Poveda
Fotografía: Internet.

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