jueves, 31 de diciembre de 2015

Zazen es inútil. Kōdō Sawaki, Kōshō Uchiyama, Shōaku Okumura.

 



Kōdō Sawaki

¿Para qué sirve zazen? ¡para nada! Deberíamos oírlo decir tan a menudo como para tener callos en las orejas y practicar el inútil zazen sin ninguna expectativa. De otra forma nuestra práctica no sirve de verdad para nada.

Kōshō Uchiyama

Durante toda su vida, Sawaki rōshi ha repetido: “Zazen es inútil”. En 1941 fui ordenado monje y me convertí en su discípulo. Poco después, mientras caminaba con él, le pregunté: “Yo soy una persona muy débil. Si estudio bajo su guía y practico zazen con usted durante muchos años e incluso hasta el final de sus día, ¿podré convertirme en un poco más fuerte?”. Respondió inmediatamente: “No, no podrás. Por mucho que pueda ser dura y larga la práctica, en realidad zazen es inútil. Yo no me he convertido en aquello que soy gracias a zazen. Es por naturaleza que soy este tipo de persona. En esto no he cambiado para nada”.

Como se sabe Sawaki era un hombre generoso, libre e ingenioso, pero atento y concentrado. Encarnaba la imagen del antiguo maestro zen. Escuchando su respuesta pensé “Incluso si el rōshi habla así, si continuo practicando zazen podré convertirme en una persona mejor”. Con esta expectativa, le he asistido y he continuado practicando zazen con él.

Murió el 21 de diciembre del año pasado [en1965, n.d.t]. dentro de poco será el primer aniversario de su muerte. Últimamente he reflexionado sobre mi pasado y ahora comprendo  de verdad que zazen es inútil. Todavía soy una persona débil y para nada me he convertido en alguien como Sawaki rōshi.

Finalmente he llegado a una conclusión. Una violeta florece como violeta y una rosa florece como rosa. Las violetas no tienen ninguna necesidad de convertirse en rosas.


Kōdō Sawaki

Cada uno de nosotros tiene particulares cualidades kármicas, pero es importante ser guiados todos por el Buddha. Shinjin datsuraku, dejar caer el cuerpo-mente, significa que nosotros abandonamos nuestro testarudo egocentrismo, nos confiamos a la enseñanza del Buddha y vivimos siguiendo al Buddha.


Shōhaku Okumura

Comencé a leer los libros de Uchiyama rōshi y de Sawaki rōshi cuando era un estudiante de instituto. El dicho de Sawaki rōshi, “zazen es inútil”, me gustaba mucho. En la sociedad japonesa, sobre todo en la escuela, siempre se nos demanda el ser buenos haciendo alguna cosa; todo debía de ser útil para otra cosa. Los padres, los enseñantes y la sociedad entera nos pedían que estudiásemos mucho, obtuviésemos buenas notas, fuésemos a una buena universidad, encontrásemos un buen trabajo, tuviésemos unas buenas ganancias y adquiriésemos un hermoso coche, una bella casa... y un buen ataúd. De adolescente he comenzado a poner en discusión los criterios del bien y del mal imperantes en la sociedad.

Para encontrar la respuesta a mis dudas leía muchos libros de historia, filosofía, religión, ciencia, etc., pero no encontraba una respuesta satisfactoria sobre el sentido de la vida. Cualquier cosa que leía me parecían ideas de personas de experiencias limitadas histórica y socialmente. Quería descubrir el sentido del sentido. Finalmente concluí que el sentido es sin sentido, y que por tanto la vida humana no tiene ningún sentido.

Sin embargo los seres humanos no pueden vivir sin buscar un sentido. Cuando hacemos algo, he de creer que tiene un significado. Estaba cansado de este círculo, buscar sentido y encontrar falta de sentido. Era esta la condición en la que vivía cuando encontré las enseñanzas de Sawaki rōshi. Detener la búsqueda de sentido y simplemente practicar un zazen inútil pareció una liberación de aquel círculo sin fin.

Practiqué zazen alrededor de diez años en Antai-ji y en el Pioneer Valley Zendo en Massachusetts. En aquel periodo fui feliz. Pero tras haber cumplido treinta años mi cuerpo comenzó a enfermar por el duro trabajo de construcción del Pioneer Valley Zendo. No tenía dinero y no podía conseguir cuidados médicos, por tanto debí de volver a Japón.

Cuando volví ya no podía practicar como antes; no tenía un lugar ni una sangha para practicar. Sentía mi vida como un total fracaso y verdaderamente me sentía una persona inútil. Me pregunté: “¿Si zazen es inútil, ¿qué problema hay si no puedo practicarlo?” Finalmente descubrí que de verdad mi zazen había sido inútil. Puesto que había practicado con devoción un zazen inútil, sentía que mi vida tenía un valor; pero esta intensidad de la práctica había sido posible cuando era joven, fuerte y sano. En lo profundo de la mente descubrí así un fondo de arrogancia.

En aquel período, un día estaba sentado solo en zazen. No había necesidad de que me sentase de un modo formal, puesto que vivía sin compañeros de práctica. Sin embargo, sentado así, viví una profunda paz y sentí por vez primera que podía estar simplemente sentado en un zazen inútil. Practicar un zazen inútil de esa manera no es fácil.

El sentido no es una verdad absoluta que exista ya antes de nuestro nacimiento. Más bien, cuando comenzamos a hacer algo como los pájaros que vuelan o los peces que nadan, en respuesta a nuestra actividad paralelamente nos aparecen ayuda y sentido, como si nos encontrásemos con todos los seres.

La expresión de Uchiyama rōshi: “Una violeta florece como violeta y una rosa florece como rosa” le venía de la famosa monja católica Teresa de Lisieux, que se llamaba a si misma “pequeña flor” y a su práctica “pequeña vía”. Incluso si se sentía pequeña respecto a los grandes santos, en esta pequeñez encontraba una fuente de alegría.


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Del libro Kōdō senza dimora


Kōshō Uchiyama, Shōaku Okumura
Ed. Ubaldini, Roma 2015

Traducción: Roberto Poveda
Fotografía: Internet.

33 comentarios :

  1. Maravillosa entrada, gracias Roberto y feliz año nuevo :)

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  2. "La expresión de Uchiyama rōshi: “Una violeta florece como violeta y una rosa florece como rosa” le venía de la famosa monja católica Teresa de Lisieux, que se llamaba a si misma “pequeña flor” y a su práctica “pequeña vía”. Incluso si se sentía pequeña respecto a los grandes santos, en esta pequeñez encontraba una fuente de alegría."

    Uchiyama. Ése que creía que las religiones, no eran tan distintas entre sí.

    "Finalmente he llegado a una conclusión. Una violeta florece como violeta y una rosa florece como rosa. Las violetas no tienen ninguna necesidad de convertirse en rosas."
    Los españoles no tienen ninguna necesidad de convertirse en japoneses y los laicos no tienen ninguna necesidad de convertirse en monjes.

    "Cuando volví ya no podía practicar como antes; no tenía un lugar ni una sangha para practicar. Sentía mi vida como un total fracaso y verdaderamente me sentía una persona inútil. Me pregunté: “¿Si zazen es inútil, ¿qué problema hay si no puedo practicarlo?” Finalmente descubrí que de verdad mi zazen había sido inútil. Puesto que había practicado con devoción un zazen inútil, sentía que mi vida tenía un valor; pero esta intensidad de la práctica había sido posible cuando era joven, fuerte y sano. En lo profundo de la mente descubrí así un fondo de arrogancia.

    En aquel período, un día estaba sentado solo en zazen. No había necesidad de que me sentase de un modo formal, puesto que vivía sin compañeros de práctica. Sin embargo, sentado así, viví una profunda paz y sentí por vez primera que podía estar simplemente sentado en un zazen inútil. Practicar un zazen inútil de esa manera no es fácil."

    Profundo gassho. Gracias por ésta y las anteriores entradas sobre el libro de Sawaki. Felz Navidad y Feliz Año Nuevo.

    Un fuerte abrazo






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  3. Muy agradecido por la publicación.

    Hoy que empezamos un nuevo año en el que socialmente hay como una fiebre de plantearse nuevos propósitos, puede ser un momento óptimo para que nosotros nos planteemos precisamente este: "Detener la búsqueda de sentido y simplemente practicar un zazen inútil", y procurando mantener una clara conciencia de que "Practicar un zazen inútil de esa manera no es fácil".

    Hasta la próxima.

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  4. Muchas gracias Roberto! Me sumo a lo de una entrada maravillosa...! :)
    Feliz cumple-año nuevo lleno de bendiciones y textos auspiciosos.
    Un fuerte abrazo!
    _()_

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  5. De verdad Profundo, atribuirle un Sentido a nuestra Vida es darse demasiada Importancia!!!!

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  6. Por cierto y según hasta lo que llego, eso que dices que dice Kodo Sawaki: "zazen es inútil" o "zazen "no sirve para nada"..... apuesto por la opción de que zazen indica con claridad extrema cuál es la puerta de entrada al misterio ^^

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  7. Gracias a todos por vuestros comentarios.

    Sobre lo que dices, Ane, en realidad no hay diferencia entre ambas cosas. Si zazen "sirve para algo" (es decir para alguien, para mí, para mi egoísmo) estamos ante un zazen "utilitario"... que ya no es zazen; en todo caso será una aplicación de una técnica de meditación oriental a efectos terapéuticos, para buscar el propio bienestar, para mejorarse a sí mismo, para "aliviar" el samsara, o lo que sea. No hay nada de malo en ello, puede ir bien para aliviar ciertos malestares, pero eso ya no es zazen, será mindfullnes, vipassana o lo que sea, pero ya no es zazen, es resolver un problema pero no es penetrar en el misterio.

    Entrar en el misterio precisamente lo que implica es olvidarse de si mismo, hacer el silencio interior y confiarse a zazen, ir más allá de la chachara interior, de los dolores del cuerpo, de lo que nos disgusta y también de lo que nos gusta, abandonarse a la totalidad de lo que es, es decir pasar de si mismo para abrirse al Si Mismo, al misterio.

    Confundir ambos planos creo que es precisamente aquello que está convirtiendo la radicalidad de la propuesta del zen en una especie de técnica más de autoayuda de las que tanto abundan hoy. Camuflados bajo ropajes y palabras espirituales convertimos de esa manera al zen en una pantomima.

    Un gran abrazo para ti y para todos.

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  8. >Entrar en el misterio precisamente lo que implica es olvidarse de si mismo, hacer el silencio interior y confiarse a zazen, ir más allá de la chachara interior, de los dolores del cuerpo, de lo que nos disgusta y también de lo que nos gusta, abandonarse a la totalidad de lo que es, es decir pasar de si mismo para abrirse al Si Mismo, al misterio.

    En mi opinión, el mejor párrafo de toda la entrada, mucho más claro e inspirador que los japoneses, quizá sea porque compartimos la misma cultura...

    Creo que la expresión "el zazen no sirve a nadie" es mucho más entendible e inspiradora que "el zazen no sirve para nada" :D pues afortunadamente el mundo es siempre un poquito más sabio y compasivo cada vez que alguien se sienta en zazen... pero nadie concreto se beneficia...

    Un abrazo.

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  9. Bentornato Petitclafred. Respecto a que "el mundo es siempre un poquito más sabio y compasivo cada vez que alguien se sienta en zazen", depende de que entendamos por mundo. Si lo tomamos en su sentido habitual, y a pesar de que desde hace miles de años hay millones de personas que se han sentado y se sientan en zazen, desde luego no parece que el mundo sea cada vez un poquito más sabio y compasivo: El siglo XX que no hace tanto dejamos atrás fue la época más mortífera y salvaje de todas aquellas que ha conocido la humanidad (recordemos algunos acontecimientos, 1ª guerra mundial, más de 15 millones de muertos, 2ª guerra mundial, mas de 50 millones de muertos) y ahora, en el XXI no parecemos haber aprendido gran cosa, nos encontramos en medio de conflictos humanos de dimensiones inimaginables, ante los que no tenemos ni idea de qué hacer, y cuando intentamos hacer algo solemos empeorar todavía más las cosas, nuestro egoísmo está encaminándonos hacia una catástrofe ambiental sin precedentes, etc., etc., etc.

    El Buda, en la primera noble verdad, afirma "todo es dukha (sufrimiento, insatisfactorio, malestar..."; y todo, si leemos con atencio, quiere decir todo, todo en el mundo, sin ninguna excepción: nacer, envejecer, enfermar y morir, no poder tener aquello que se quiere, tener que soportar aquello que no se quiere y está siempre ahí, ver desaparecer aquello que se tiene y se quiere, pero que sabemos no durará.

    El Buda también propugna, en la 3ª noble verdad, la verdad del Nirvana, que podemos liberarnos de esa condición de universalidad del sufrimiento inherente a la existencia humana, es decir del mundo tal como solemos entenderlo, pero esa liberación no está entre las cosas de este mundo.

    La diferencia entre la propuesta del Buda y la que encontramos en otras vías vías religiosas es que la liberación propuesta por el Buda no está en este mundo, pero tampoco en un más allá de este mundo, o en un plano distinto o paralelo a este mundo; en todo caso podríamos decir (con todas las precauciones posibles, pues nuestra imaginación está siempre ahí dispuesta a entramparnos de nuevo en lo ilusorio, generando así semillas nuevas de dukha/sufrimiento) que se encuentra en un más acá.

    Eso no quiere decir, por ejemplo en mi propia experiencia, que la práctica de zazen durante años no haya "aliviado" mi existencia: disminuyendo los enfrentamientos con mis jefes, con mi mujer o con mis vecino, haciéndome más capaz de estar atento a lo que me rodea, proporcionándome paciencia ante el infortunio o abriendo más hacia los demás, hacia sus dolores y hacia las alegrías compartidas. Pero no es todo eso lo que, en definitiva, me mueve a seguir (como puedo) la vía del budismo zen (a no confundir con la farsa con la que este es a menudo presentado), y a practicar zazen. Todo eso son, simultáneamente las condiciones previas y los efectos secundarios de zazen; cosas que sirven para resolver algunos "problemas" humanos, pero el misterio se abre en el silencio y no consiste en la resolución de ningún problema reducible a las reducidas dimensiones discriminativas humanas.

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  10. Como bien dices, Roberto, el misterio se abre en el silencio, pero si te fijas con atención en el último párrafo de Petitcalfred se dice exactamente lo mismo pero con otras palabras, en este caso ni budistas ni no budistas, simplemente las propias a su bagaje existencial y a su formación cultural, como es natural, ni con más verdad ni con más mentira, como aprecia cualquiera que practica con sinceridad cualquier via espiritual.

    Este párrafo "Creo que la expresión "el zazen no sirve a nadie" es mucho más entendible e inspiradora que "el zazen no sirve para nada" :D pues afortunadamente el mundo es siempre un poquito más sabio y compasivo cada vez que alguien se sienta en zazen... pero nadie concreto se beneficia..." puede entenderse perfectamente desde el punto de vista budista de la verdad absoluta y la verdad relativa.

    La verdad absoluta es que "zazen no sirve a nadie...pero nadie en concreto se beneficia/el misterio se abre en el silencio" pero la verdad relativa es que "todo eso son las condiciones previas y los efectos secundarios de zazen/afortunadamente el mundo es un poquito más sabio y compasivo cada vez que alguien se sienta en zz"

    Entender que una contradice a la otra es querer seguir enfrascado en el funcionamiento de la mente en su juego de preferencias y aversiones, y así por mucho que uno practique zz, se rodee de budistas, haga muchas traducciones de sutras y otros textos, si sigue entendiendo que el mundo es un pozo de degradación, odio y destrucción, por muchas personas que se sienten en zz, entonces no sólo no ha captado el concepto budista de la transferencia de méritos, aunque por supuesto éste sigue siente un concepto insertado en la verdad relativa, sino que además va en contra de lo escrito en sutras como en el del corazón -forma aquí solo es vacío, vacío no es otra cosa que forma-, entendiendo mundo y silencio como dos cosas diferentes y opuestas, y, por lo tanto, verdad relativa y verdad absoluta como dos conceptos contradictorios.

    Luego no sólo no hay ningún problema en hablar de la compasión que se manifiesta con zz -a no ser que uno sea un monje japonés por lo visto-, siempre y cuando uno entienda que es un asunto de la verdad relativa/condiciones previas y efectos secundarios/no beneficia a nadie en concreto, sino que hacerlo suele ser una manifestación de que uno comprende, acepta, que mundo y silencio no son dos cosas distintas y opuestas, sino una y la misma.

    Un abrazo

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    1. La verdad absoluta y la relativa no se contradicen; son simplemente distintas.

      La compasión desde el punto de vista budista y la acción social entendida en tanto que individuos (que es otra cosa en la que tambien puede ser pertinente el uso del término compasión, pero con otra acepción) se mueven en planos diferentes. Por eso digo que (estas cosas) "dependen de lo que entendamos por mundo". Las palabras no designan lo mismo siempre, dependen del contexto, del emisor, del receptor, del momento en que son dichas; y "mundo" puede ser entendida como el "mundo" mundano, discriminativo, historico, en el que devienen las cosas y aparecen y desaparecen, o como el "mundo" entendido como realidad universal desde el Si Mismo que lo abarca todo, más allá de toda discriminación, deseos o preferencia y donde no hay nacimiento ni muerte.

      Somos seres ordinarios y somos budas, sin que una cosa interfiera sobre la otra. Si pensamos que nuestra práctica budista nos va a beneficiar personalmente (la pregunta del joven Uchiyama a Sawaki: "Si practico mucho, ¿me convertiré en una persona más fuerte?"), o que va a impedir el desastre que actualmente se está viviendo en el mar Egeo con los refugiados que huyen de Siria, somos seres ordinarios y vivimos en el mundo de nuestros deseos y de nuestras fantasías. Si abrimos la mano del pensamiento, lo cual quiere decir acoger aquello que llega, sea bueno o malo, y, al mismo tiempo, no aferrarlo, dejarlo ir aunque deseemos retenerlo, somos budas.

      Sobre la transferencia de méritos muchos autodenominados budistas, especialmente si sus antecedentes son cristianos, suelen dejar volar facilmente su fantasia.

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    2. Y si se reconoce que se puede decir lo mismo con distintas palabras, ¿por qué asumes, aferras, juzgas de antemano que en la apelación a la compasión de petitcalfred hay alguna búsqueda de provecho personal?

      Un abrazo

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  11. >Eso no quiere decir, por ejemplo en mi propia experiencia, que la práctica de zazen durante años no haya "aliviado" mi existencia: disminuyendo los enfrentamientos con mis jefes, con mi mujer o con mis vecino, haciéndome más capaz de estar atento a lo que me rodea, proporcionándome paciencia ante el infortunio o abriendo más hacia los demás, hacia sus dolores y hacia las alegrías compartidas.

    Suficiente. El Zazen sirve muchísmo, ¿a qué engañarnos y confundir con frases que suenan sorprendentes y sabias?

    Tu mundo ya ha mejorado notablemente que es el único mundo que puede importar.

    Un abrazo

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  12. No, ese mundo es solo mi pequeño mundo como ser ordinario. Desde un punto de vista absoluto es completamente límitado e irrisorio. No tiene importancia... mas que para mí, y a veces, afortunadamente, ni siquiera a mí, pues afortunadamente he descubierto en mí la puerta para ir más allá de mi.

    Contentarse con eso no es zen, es bunpo zen, es practicar un zen egoísta. No hay nada reprochable en ello, es así de hecho como practica hoy en día la mayor parte de quienes actualmente, en occidente y oriente, se dedican a la meditación, incluidos aquellos que están en grupos autodenominados zen. Hay quienes buscan eso en la meditación, y está bien, y quienes, aun beneficiandose (a veces) de eso aspiran a otra cosa.

    Pero esa no es la única manera de abordar la práctica, existe quien se harta de ese juego y decide que su apuesta sea mucho más alta, sin límite. Es difícil, muy difícil llegar a entender que mushotoku (sin espíritu de provecho) no es un eslogan, ni es un equilibrismo dialectico para introducir después el egoísmo por la puerta de atrás (practicamos hoy "como" si lo hiciésemos gratuitamente, pero en realidad conservamos en nuestro corazón la esperanza de convertirnos "mañana" en mejores, en santos, en superhombres, o simplemente de estar menos estresados o ser más competentes o tener una mejor imagen ante los demás o considerarse miembros de un club selecto...), pero no es imposible.

    Cada cual elige su camino, y no hay ni un único camino, ni caminos mejores o peores en términos absolutos... y en términos relativos cada cual elegirá aquel que considere más apropiado. Después cada cual verá que hace con sus aciertos y con sus errores. Pero si se intenta convencer a los demas de que ESE ES el camino, incluso con la mejor de las intenciones, estará habriendo la caja de los truenos: primero la del proselitismo, después la del fanatismo. El camino al infierno está lleno de buenas intenciones, de intentos de ayudar, de acciones para "mejorar" el mundo.

    Respecto a lo del "zen bunpo", recomiendo este artículo de Isho Fujita:
    Zazen no es meditación

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  13. Es paradójico que la retorcida mente japonesa :D (que a menudo adoro, no es una crítica) haya llegado a concluir que el egoismo o el zazen degenerado es llevar paz y harmonía a tu entorno cercano gracias a ese zazen (afirman que eso no sirve de nada e incluso parece que con desprecio), incluso aunque se hace no-intencionadamente como dices que haces.

    Y que lo relevante de su zazen sea que "no mejore en nada a nadie, ni a ningún entorno, ni traiga paz y harmonia a tu mundo", que eso sea lo realmente valioso, es paradójico cuando "el zazen por el zazen" es simple endogamia, masturbación... El pequeño vehículo (reducido hasta la nada) de los patryekabuddhas. Lo cual es curioso pues ese zen provino en el pasado del budismo Mahayana, surgido como reacción precisamente de esa fría endogamía del "buddha por y para sí mismo" (o si lo quieres "para nada y para nadie".

    Pero por suerte, incluso sin quererlo, incluso a pesar de todo esto, tu zazen se impone sobre las ideas nihilistas y tu alrededor lo agradece, porque les aportas esa paz a pesar de tanto laberinto dialectico, a pesar casi de ti mismo. Y es por eso que, incluso a pesar de tus pensamientos e ideas, tu zazen sí sirve, y el universo se congratula y brilla. Y se hace realidad en eso de que no sirve a nadie, porque a ti no te sirve, es bunpo para ti, pero afortunadamente cumple con la misión del bodhisattva incluso a tu pesar.

    Es maravilloso.

    Un abrazo

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  14. El bodhistava, la idealizada figura de referencia del mahayana, frente al arhat de hinayana, no rechaza nada del mundo, ni es indiferente a nada ni a nadie. Camina con un pie plantado en el samsara y otro en el nirvana; solo que no confunde los planos. El mundo del samsara es el mundo del samsara, el mundo del sufrimiento, en el que los seres existen, existe un yo y existe un tú, y existe lo deseable y lo indeseable y existe también, por tanto, el sufrimiento y el alivio del sufrimiento. Y el nirvana... es el nirvana, el mundo de lo sin-forma, que trasciende y a la vez incluye al samsara. Esto no tiene nada que ver ni con el idealismo ni con el buenismo.

    Practicando zazen (de verdad) se entienden estas cosas, y cuando se practica zazen uno se sienta más allá del mundo de las ideas, más allá del nihilismo o del buenismo, más allá de lo progresivo o de lo subito, más allá de las especulaciones sobre el nirvana y sobre los caminos que conducen a él, pues uno se sienta en medio del nirvana.

    Existen otros caminos, otras formas de ver las cosas, otras maneras de ver y relacionarse, o no relacionarse, con esa cosa indefible a la que por convenciónllamamos espíritu, todas muy respetables, y puede que más o menos aconsejables según cada persona.

    Pero, me pregunto, que más te da a ti cuales sean la formas de explicarse las cosas de un practicante de zazen, si tu practica, como se entiende a partir de lo que dices, no es esa. ¿A qué vienen esas ganas de debatir constantemente con aquellos que no ven las cosas como tú?. Eso es solo fuente de sufrimiento.

    Vive y deja vivir... y, por favor, no salgas ahora con que lo hacías por mi bien o para que los que casualmente pasasen por aquí no se confundiesen. Acertar o equivocarse, en lo espiritual y en lo no espiritual, es algo que, si somos adultos espiritualmente (lo cual es dificil, y no tiene que ver con la edad cronológica, ni con lo mucho o poco que se sepa, ni siquiera con las horas de "vuelo") hemos de hacer en nombre propio, no en nombre y en el lugar de los demás.

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    1. Las ganas de dar una lección cada vez que te hacen una observación constructiva también son fuente de sufrimiento y más cuando se recurre frecuentemente al testimonio de otros como aval en lugar del propio, como suele hacerse en la práctica adulta espiritual.

      Zazen no es meditación ni tampoco el constante esclarecimiento teológico-metafísico de qué es zazen y qué no lo es. El zazen de cada uno se muestra en cada cosa que se dice, en cómo se dice y en lo que se calla.

      Un abrazo

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  15. ¿Tenéis un pacto de ayuda mutua tu y Peticlafred? ¿Hacéis turnos?

    No os interesan los autores a los que yo suelo traducir y publicar, que obviamente son los que a mi me aportan algo (pero que pueden resultar irrelevantes para otros), estáis en desacuerdo, o en cualquier caso siempre intentáis buscarle la vuelta, con los comentarios que hago.

    No es necesario preocuparse por lo que hacen o dicen los demás, ni por darles consejos "constructivos" a no ser que alguien los pida.

    Este "diálogo", al que contesto porque esta es, por así decir, mi casa y el deber de hospitalidad me obliga a hacerlo, por el momento no parece llevar a ninguna parte. Sinceramente creo que es una inmensa pérdida de tiempo, vuestro y mío.

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    1. No os interesan los autores a los que yo suelo traducir y publicar, que obviamente son los que a mi me aportan algo (pero que pueden resultar irrelevantes para otros), estáis en desacuerdo, o en cualquier caso siempre intentáis buscarle la vuelta, con los comentarios que hago. "

      ¿Verdaderamente crees que es así, Roberto, o te estás dejando llevar por un prejuicio? ¿Tú crees que si no hubiera interés por mi parte, me hubiese leído todas las entradas publicadas en tu blog desde que lo conozco desde hace ya casi tres años? ¿Tú crees que me hubiese molestado en comprar y leer un libro de Uchiyama para familiarizarme más aún con su forma de expresarse? ¿Tú crees que si verdaderamente intentase buscar la vuelta a tus comentarios por sistema me habría plegado -por cortesía, porque estamos, por así decirlo, en tu casa- a afirmar, rebatir y proponer siempre en tu terminología? ¿Tú crees que verdaderamente puedes hablar de la falta de interés de los demás cuando los autores que te han propuesto otros han sido rápidamente despachados con dos o tres palabras, sin ni siquiera hacer referencia alguna a un aspecto concreto de su texto?

      Si roshin es la mente que cuida, y nosotros nos preocupamos solamente de que el otro atienda lo mío, ¿cómo podemos hacer al otro responsable de su reacción a tal mente que cuida?

      Efectivamente si uno pretende protocolar la vida, pautarla, sistematizarla hasta convertirla en un espejo de un monasterio japonés -o al menos su blog- entonces no es necesario prestar ayuda a nadie aunque se esté abriendo la cabeza ante un muro sin saber qué es lo que está golpeando siquiera; la observancia de la regla nos protege del error y de importunar a nadie. Si, por el contrario nos consideramos aprendices del zen y, por consiguiente, aprendices de la vida, entonces, no caeremos en la futilidad de pretender que la vida, se ajuste al molde de los horarios, usos y costumbres de un monasterio sea en su versión occidentalizada y laica.
      El sentido de apertura, de no-saber, de no aferrar, supone precisamente ser diliginte, atento y pulcro con nuestro mundo pero sin convertirlo en un parapeto, en una barrera, una protección frente a aquello que se presenta para cuestionarlo, transformarlo y renovarlo.
      Dicho en pocas palabras, si uno predica la impermanencia ¿quién se atreve a sistematizar y guionizar la ayuda espontánea que el boddhisattva debe brindar a los demás?

      Para que un diálogo -para mi sin comillas, porque yo sí que estoy sinceramente interesado en lo que tienes que decir, al igual que confío plenamente, aún ahora en el momento más oscuro, en que algún día a ti te importe lo que diga otro- sea tal solamente es necesario un espíritu correcto de tolerancia hacia el otro por muy alejadas que sean las posturas aunque solo superficialmente.

      Tolerancia que a un budista sincero siempre se le supone pero la tentación del proselitismo y las malas experiencias vividas en otros debates con teológos cristianos hace que la tolerancia aparezca como una frágil herramienta para proteger una práctica espiritual ya de por sí amenazada por los "malos/ falsos practicantes" y por el supermercado espiritual de la new age...

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    2. La propuesta de dialogar sobre si el budismo zen es una cosa distinta a todas las demás místicas -cosa que no afirmaría ninguno de los maestros chinos de la época dorada habida cuenta de que el zen es una fusión entre dos vertientes espirituales- es sin duda apasionante, estimulante y hasta beneficiosa me atrevería decir en unas coordinadas culturales y espirituales como las nuestras en las que el analfabetismo espiritual destaca por su sobreabundancia. Pero sin duda, no lo es tanto, como para llevar a alguien al límite de sus posibilidades.

      Lamento que éste haya sido el caso, disculpa mis excesos en la medida que hayan podido ofenderte y acepto humildemente tu invitación a no volver al tema en cuestión.
      Por otro lado, sé que la impermanencia, nos "lleva" siempre al punto en el que nuestras reistencias se rinden sin más, se muestran fútiles, obsoletas y creadoras de todo sufrimiento. En ese punto, menos claustrificado, monasteriense y niponista, podremos encontrarnos y el diálogo tendrá una oportunidad para ser fecundo.

      Hasta pronto!

      Un abrazo,
      Carlos

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    3. Lo siento, Carlos, pero en estos momento no estoy interesado en debates intelectuales. Por otra parte, creer que este blog es "niponizante" o "monacal" es no haber entendido nada de lo que me anima a mantenerlo. Los rituales y los monasterios japoneses me la traen al fresco, desde el minuto cero, aunque pueda haber personas que sí hayan hecho ese recorrido cuyas palabras o cuyo ejemplo puedan resultarme inspiradoras para mi práctica interior.

      El que mi camino sea el del budismo zen no tiene nada que ver con ninguna fascinación hacia la pantomima en la que, la gran mayoría de las veces, se ha convertido actualmente este camino en occidente y en oriente.

      Para mi los textos que he ido traduciendo y presentando en el blog son los rastros de un recorrido interior, no de una busqueda en el mundo de las ideas espirituales (¿son todas las mística iguales o no?, ¿Es mas interesante San Francisco de Asis que Nisargadata? ¿Dicen Krisnamurti y Dogen lo mismo que Wilber?, ¿Son preferibles las vías directas o las indirectas, y cuando y para quién?, ¿Es lo mismo la naturaleza original que la desaparición del observador?, etc. etc. son cuestiones que pueden estar bien, pero que actualmente me aburren).

      Insisto en que no tengo ni tiempo que perder ni interés en debatir con nadie, aunque puede que mi tono a veces pueda llevar a pensar lo contrario, sino tan solo deseo de confrontar mi experiencia interior con la de otros, y eso me resulta hoy por hoy muy dificil de hacer si no hay unos mínimos en común, y especialmente si no hay una práctica compartida como es la de zazen.

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  16. Cada enseñanza tiene su propio idioma. Si se mezclan los conceptos entre las enseñanzas sólo se consigue un batiburrillo pero nada que ayude a discernir.

    Frases como "el zazen no sirve para nada", sacadas del contexto en las que son pronunciadas no tienen ninguna validez, su validez está al interior de la enseñanza, no en el exterior.

    A mí me parece muy claro que nada sirve para nada. No hay propósito, el propósito siempre atañe al individuo nunca a la vida en sí, que se desarrolla y desenvuelve en la perfecta ecuanimidad.

    Por otro lado, cuando vemos el horror, el sufrimiento y el dolor, es claro que lo que no sirve para nada es la indiferencia, pero sí sirve el desapego que es a lo que apunta la frase.

    No sirve para nada todas las tribulaciones que puedas hacerte sobre lo bien o mal que haces las cosas. Sin intención, sin nada, vacío de todo, entonces se manifiesta no tu intención sino la natural de la vida, que también está vacía de intención.

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  17. Respecto a usar la palabra Misterio, parece muy diferente a usar la palabra Dios, pero es pura apariencia. Sea que uses Dios o Misterio, está claro, como repite mucho Roberto, que no es nada más allá sino más acá en todo caso, aunque más bien es que no es aprehensible de manera estática, sino dinámica. Puede observarse en el movimiento de la vida, oseasé, en el más acá del más acá, ahora mismo.

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    1. Efectivamente, como indicas, se podría sustituir la palabra misterio (por mi usada) por la palabra dios. Sin embargo he preferido usar la palabra misterio por un par de razones. La primera es que la referencia a la noción de dios es una referencia inexistente en el budismo y por tanto también en el zen, y este es un blog al fin y al cabo enmarcado dentro del budismo zen, y por otra parte cuando coyunturalmente aparece la mención a algún dios en un texto budista lo hace de una forma marginal y circustancial en relación al "cómo" propuesto por el Buda, o bien dentro de una marco cultural muy determinado, como es por ejemplo el caso del budismo tibetano.

      La segunda y más importante es que la noción de dios, cuando es usada al interior de un contexto cultural occidental como el nuestro, conlleva una serie de implicaciones muy particulares, pues normalmente decir dios quiere decir (para nosotros) nombrar a un "alguien" con una serie de atributos particulares: como el de creador de todas las cosas, juez universal, principio y fin de todo, etc. que son rasgos en definitiva puramente humanos y que lo convierten por tanto en un "algo" entre otros "algos", aunque se trate en este caso de un "super-algo"; mientras que la noción de "misterio" implica un dejar en suspenso aquello que por naturaleza tiene que ser dejado en suspenso y sobre lo que nada se puede decir.

      En la próxima entrada que tengo previsto publicar, que es un nuevo texto de Mauricio Yushin Marassi, también se trata un poco sobre estas cuestiones.

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  18. En el Cristianismo se habla del Misterio de la Trinidad. Yo creo que los propios cristianos están confundidos con su Dios que es un Dios trinitario, el Padre, el Hijo, y el Espiritu Santo. También está el Cristo ungido para diferenciarlo (podemos decir como concepto metafísico) de Jesucristo personaje histórico.

    El Buda Dharmakara tampoco es un hombre como fue el Buda Sakiamuni sino que corresponde a la mitología...

    Cierto es que en el Zen que nos presentas en tu blog, Dios, no es una palabra que se use. Disculpa pues, por estas disquisiciones y gracias por tu atención.

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  19. Con el Buda Dharmakara supongo que te referiras al bodhisatva Dharmakara, posteriormente devenido Buda Amida y que es la referencia central del budismo de la Tierra pura. De Amidismo se más bien poco, aunque hace tiempo que estoy intentando encontrar alguna traducción del Tanisho de Shinran (fundador de esta corriente budista en Japón), pues es un autor budista respetado y frecuenteme citado por autores zen japoneses.

    Sobre la cuestión de Dios, aunque sea una referencia que no ocupa ningún lugar en mi propia vida interior, sin embargo sí que me interesa escuchar lo que aquellas personas para las que sí que es una referencia fundamental tengan que decir al respecto, especialmente qué es lo que quieren decir cuando hablan de Dios.

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    1. Participaré encantada en el post que comentas pendiente, cierto sentido de lo sagrado es conscientemente cultivado por mí.

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  20. Buenos días, y enhorabuena por el blog, que acabo de conocer.
    Práctico zen hace unos años, un zen laico, acompañado por maestros no budistas, yo mismo no soy budista. No me considero tampoco cristiano, aunque mi base cultural es cristiana, y la referencia de Jesús es valiosa para mi. Practico zen de línea rinzai, en el que la intencionalidad es parte fundamental de la práctica, y mi experiencia personal es que el shikantaza (si es que entiendo bien el término, como "simplemente sentarse") no es algo a practicar, sino algo que acontece durante la práctica (no sé explicarme mejor). Suelo reflexionar con que "la pretensión de no obtener nada", ya es en sí misma una pretensión de obtener algo, y me lleva a pensar que en realidad no hay tanta diferencia entre un zazen shikantaza, y un zazen en el que se "utilice" la concentración en el tanden, la respiración o un koan. Quiero decir que quizá, siendo formas distintas de abordar la práctica, no necesariamente apunten a diferentes realizaciones del ser nada, del serlo todo, de simplemente ser.
    No pretendo establecer un debate sobre la validez de una forma de práctica u otro, creo que cada persona debe elegir la que mejor se le ajuste, y que aquéllo que elija será lo necesario, puesto que las razones últimas escapan a nuestro entendimiento. Lo que no quita que, ya que tenemos entendimiento, tratemos de usarlo, aún con la prevención de que sus límites pueden llevarnos a dar vueltas interminables dentro de ellos.
    En resumen, que me lío yo sólo, me gustaría, si lo consideras conveniente, conocer tu opinión sobre esa "pretensión de no hacer, de no obtener nada", y en su caso, de cómo se afronta en la práctica del shikantaza. Hago esta pregunta desde el desconocimiento de dicha práctica (o disposición para la práctica, las palabras siempre sesgan), ya que como he dicho antes, mi práctica es diferente.
    Enhorabuena una vez más por el blog, y gracias por tu labor de compartir ayudas para el camino.
    Saludos cordiales.

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    1. Bienvenido Pablo, y hola también Ane, que no te había dicho nada (en el otro hilo) y hacía mucho que no sabia de ti, que alegría... aunque, si he de decir la verdad, me habría gustado saber un poco más. :(

      En relación, Pablo, a cuando dices "la pretensión de no obtener nada"; si es una pretensión entonces, obviamente, ya no es "hacer nada" u "obtener nada", es estar pretendiendo algo, es pensar o soñar con algo. Puede que el punto sea un poco difícil y, realmente, solo puede entenderse a través de la práctica cotidiana y sincera de zazen.

      Esto es raro de encontrar hoy en día, pues incluso dentro de aquellos grupos que dicen practicar zazen, entendido como shikantaza, lo que encontramos en realidad en la mayoría de sus miembros, incluidos sus responsables, es un montón de deseos, apegos y presunciones, que desgraciada y lamentablemente, contaminarán la propia práctica con esas fantasías, como por ejemplo: el deseo de mejorarse a si mismos, el deseo de pertenencia a un grupo y de ocupar un "lugar" en él, el deseo de huir de la realidad, etc.; y esto sucede aunque se proclame públicamente lo contrario.

      Respecto a lo que dices sobre la práctica a través de los koan, en realidad en Japón, aquellos que practican con koan, una vez pasados todos, se dedican a practicar shikantaza.

      Una vez escribí una carta, que hice pública, a un amigo que practicaba con koan; y puede que, por algunos indicios que das (laico, no budista, etc.), dentro de la misma escuela que tu, la Sambo Kyodan.

      Puedes ver ese texto aquí:

      http://huellaszen.blogspot.com.es/2010/02/cuelgo-aqui-la-entrada-mas-bien-una.html

      También, respecto al sentido interior con el que ha de afrontarse la práctica de zazen, y sobre alguna otra cosa, escribí otro texto:

      http://huellaszen.blogspot.com.es/2011/07/como-hacer-que-el-silencio-hable-y-la.html

      Un abrazo.

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  21. Muchas gracias.
    Me maravilla la cantidad de dedos que señalan a la misma luna, cuando señalan a la luna.
    Un abrazo.

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  22. Respecto al dedo y la luna, me gusta la manera en la que un amigo, Jiso Forzani, gusta a veces de usar ese viejo dicho del zen. Dice Jiso: "Cuando un dedo señala a la luna, no hemos de fijarnos en la luna, pues allí no hay nada, sino en el dedo, para ver si está limpio y carente de dobles intenciones".

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  23. Tampoco en el dedo hay nada que pueda estar sujeto a un estado de limpieza y carencia de intenciones, más allá de un juicio al respecto, pero creo que estamos abundando en algo en lo que estamos esencialmente de acuerdo.
    Un abrazo y buen fin de semana.

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