viernes, 20 de diciembre de 2013

Práctica adulta 4 - Formación y práctica. Muhō Nölke

 







Entonces, ¿a qué me refiero exactamente con la expresión “práctica del adulto”? Antes de ponerme a reflexionar sobre el significado de la palabra “adulto”, me gustaría decir algo sobre la palabra “práctica”. En japonés "práctica" se dice SHUGYO, que se puede escribir de dos formas, usando caracteres diferentes (también se pronuncian un poco diferente). Muchos japoneses ni siquiera conocen la diferencia. SHUGYO en japonés puede significar a la vez práctica religiosa (cuando se escribe con los caracteres que significan “ir”, “hacer”, “acción”) – manifestar fe o verdad en las acciones de la vida diaria. Y al mismo tiempo puede significar formación, como por ejemplo la formación necesaria para una profesión (en este caso la palabra se escribe usando el carácter que significa “karma” o “técnica”). No es necesario decir que las dos son completamente diferentes. La palabra práctica que nosotros usamos puede también significar “formación”, como en “practicar béisbol” (que significa entrenar o formarse en béisbol). Pero cuando uso la palabra como “práctica del adulto”, o cuando hablo de “práctica zen”, “práctica de la vía de buda”, etc. quiero decir “poner algo en práctica”, “manifestar algo precisamente haciéndolo”. Desafortunadamente, mucha gente parece entender “práctica zen” como “entrenamiento Zen”. Entrenar para hacerse competente en algo. 

Esto es cierto para los llamados “templos zen de formación” en Japón. En estos se aprende a cómo llevar la ropa de monje adecuadamente, inclinarse y postrarse de la forma correcta, recitar los sutras, etc. Allí se forman para ser sacerdotes. No están exactamente practicando budismo. Para ellos/as, el budismo es una profesión, no una vocación. Pero no hace falta decir que aprender a cómo ganar dinero haciendo servicios funerarios no tiene nada que ver con lo que Buda enseñó hace 2.500 años – ¡cómo vivir nuestras vidas! En Antaiji no nos formamos para ser sacerdotes, practicamos budismo. Lo que significa que vivimos nuestra vida como budas y bodhisattvas. Esto no quiere decir que practiquemos para ser budas y bodhisattvas. Tratamos de manifestar budas y bodhisattvas – nuestra naturaleza original – en todas las acciones de nuestra vida diaria, aquí y ahora.
 

Algunas veces la práctica budista se entiende de otra forma: "somos seres que vivimos en la falsa ilusión, pero practicando como boddhisattvas durante innumerables kalpas en algún momento llegaremos a perfeccionarnos tanto como para convertirnos en Buda". Un ser que vive en la ilusión se forma para llegar a ser algo aún “mejor” - un bodhisattva. Un bodhisattva se entrena para llegar a ser algo todavía mejor - un Buda. En el zen no llamamos a este tipo de formación “práctica”. Entrenar para convertirse en algo mejor es en sí mismo falsa ilusión. Innumerables kalpas con este tipo de formación no nos hará mejores, sólo nos hundirá más profundamente en la ilusión. Lo que llamamos práctica en el zen es dejar de intentar ser algo, es permitirnos ser como ya somos originalmente – budas y bodhisattvas. Para esto, nos tenemos que rendir a la fuerza que trasciende nuestros pequeños egos humanos – los egos que continuamente nos repiten “quiero ser mejor, quiero ser buda”. ¿Por qué es posible rendirse y practicar? Lo es porque ya SOMOS budas, no después de rendirnos, si no ya ahora mismo. Entonces, ¿por qué es tan difícil rendirse y practicar? Por que esto no satisface a nuestros egos humanos.

La práctica no nos satisface. ¡No es divertida en absoluto! ¿Qué esperábamos? ¿Cómo podría ser la práctica del budadharma un simple entretenimiento para nuestras mentes humanas? Nada puede ser menos satisfactorio o divertido que la práctica de algo que no enaltece nuestro ego. Aún cuando decimos que queremos ser budas o vivir como bodhisattvas ¿no hacemos esto desde nuestro ego – pensando: “quiero convertirme en buda, quiero tener satori”? Entonces los budas y bodhisattvas sólo serán una extensión de nuestra mente egocéntrica – y por eso nos frustramos, porque los budas y bodhisattvas nunca se revelan en la esfera de nuestra mente egocéntrica. La vida de los budas y bodhisattvas sólo es nuestra vida cuando trascendemos el ego. Haciendo un enorme “esfuerzo del ego” no nos convertiremos en buda. Eso es lo que hace que el budismo nos parezca difícil. Pero entonces el budismo nos dice que desde el principio ya SOMOS buda. Pero también somos seres humanos, seres engañados por nuestros egos. Primero, tenemos que despertar y ver claramente que estamos engañados por nuestros egos. Sólo ver esto es un “gran satori”. Que seamos capaces de darnos cuenta del hecho de que estamos engañados por nuestro ego es la prueba de que ya somos budas, si no, no podríamos darnos cuenta. Pero no es suficiente con sólo darnos cuenta de que vivimos en una falsa ilusión. Tenemos que continuar y poner en práctica lo que es más insatisfactorio para nuestros egos.

Somos a la vez seres ilusos y buda. Pero si simplemente decimos “somos sólo seres humanos ordinarios” solo manifestaremos la mitad de nuestro ser. Son esas “mitades de humanos” las que navegan en internet, ven la TV, buscando siempre una página o un canal que les satisfaga, que les entretenga. Las últimas noticias de negocios, política, deportes, mujeres - llamado “entretenimiento adulto”. Pensamos que estamos entretenidos, pero en realidad estamos escapando de nosotros mismos – escapando de la realidad de nuestras vidas – solo cuando apaguemos el televisor, cuando apaguemos el ordenador, nos daremos cuenta de lo vacías que están nuestras vidas – tan vacías como la pantalla. Y nos despertamos a lo insatisfacctorio de esa vida. Esta es una comprensión, una realización importante. Ahí es donde empieza la práctica de verdad. Esta práctica es diferente que el intentar satisfacer nuestra mente aburrida. Es diferente de intentar obtener “satori” o paz en la mente o lo que sea. Por eso se nos hace tan difícil – más difícil cuanto más dejemos que nuestra mente infantil prosiga lloriqueando: “quiero un caramelo, quiero juguetes, quiero satori!”. Por eso llamo a esto “práctica del adulto”. Significa parar de buscar por todas partes diversión y satisfacción, como un perro que busca el hueso. “Práctica del adulto” significa manifestar a buda, vivir como un bodhisattva. “Práctica” significa “vivir”, “manifestar”,; mientras que “adulto” es un buda y un bodhisattva.

Seguiremos con esto la próxima vez.




Muhō Nölke  http://antaiji.dogen-zen.de/esp/abbotmuho.shtml  ___________________________________________________________ 
Traducido y publicado con la autorización del autor

Traducción, Susana Dauden
Fotografía: Internet



3 comentarios :

  1. Gracias por el texto.

    Me quedo como síntesis con esta frase: "Nada puede ser menos satisfactorio o divertido que la práctica de algo que no enaltece nuestro ego".

    Poner esta frase en práctica es todo un camino y un programa de vida.

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  2. Una auténtica joya. Lo leí hace unas semanas en inglés, pero es un gustazo releerlo.

    Gassho cordial,
    Carlos

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  3. Gracias Carlos y Jordi. En efecto, esta entrada es una verdadera joya. Aquí Muho nos muestra por un lado cual es, no solo su visión de la práctica, sino también la coincidencia entre esta visión y la de Dogen, por un lado; y por otro de que forma esta es distinta a otros abordajes de la práctica, ya no solo en lo que respecta a otras escuelas budistas, sino también respecto a la mayoría de centros de su propia escuela, la soto zen, tanto en Japón como aquí en Europa.

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