La práctica de shikantaza de Dogen Zenji es exactamente lo que mi maestro Sawaki Kodo Roshi llamaba “el zazen de sólo sentarse”. Para mi también, el verdadero zazen significa shikantaza – solo sentarse. No practicamos zazen para experimentar satori, para resolver un montón de koan o para recibir un certificado de transmisión del dharma. Zazen sólo significa sentarse.
Por otro lado, es un hecho que incluso entre los practicantes de la Escuela Soto Japonesa, que tiene su origen en Dogen Zenji, hay dudas sobre este zazen. Y para ilustrar sus dudas, citan frases de Dogen como:
«No he visitado muchos monasterios Zen. Simplemente, con mi maestro Tendo, en silencio comprobé que los ojos son horizontales y la nariz vertical. Ya no me puedo dejar engañar por nadie más. He vuelto a casa con las manos vacías». (Eihei Koroku)
«Viajé por la China de la Dinastía Sung y visité maestros Zen por todo el país, estudié las cinco casas del Zen. Y finalmente encontré a mi maestro Nyojo en el pico de Taihaku, y el porqué de toda una vida de práctica se aclaró. El gran asunto de toda una vida de práctica ha finalizado.» (Shobogenzo Bendowa)
Es por esto que dicen: “¿No dijo incluso Dogen Zenji que él realizó que los ojos están horizontales y la nariz vertical, y que el porqué de toda una vida de práctica se aclaró? ¿Qué sentido tendría tan solo sentarse para una persona ordinaria sin un rastro de satori?”
Recuerdo haber cargado con estas dudas yo mismo. Y no era el único, un número significativo de practicantes del Zen que se agolpaban alrededor de Sawaki Roshi dejaron el zazen de solo-sentarse para probar con el Zen kensho o el Zen koan. Así que entiendo bien esta duda.
Hay que tener en cuenta que Sawaki Roshi tenía el carácter de un maestro Zen – tal como se les suele imaginar. Era tan carismático que muchos, al conocerle por primera vez, se veían atraídos como el hierro al imán. Así que cuando el Roshi decía, “Zazen no sirve para nada” (esta era la expresión que Sawaki Roshi utilizaba para el “zazen que está más allá de la ganancia y más allá del satori, mushotoku-mushogo), pensaban que era una simple frase hecha, pero que su práctica de zazen, en algún momento, sería buena para algo o para alguien. Creo que esto pensaban muchos de los que practicaban con Sawaki Roshi.
Quizás los que vivían fuera, que solo venían al templo para zazen o para las sesshin de vez en cuando no tenían estas dudas. Pero aquellos que renunciaban a su vida habitual para ser monjes, que practicaban intensivamente día tras día zazen, en la sangha de Sawaki Roshi, esta gente, tarde o temprano, empezaba a dudar sobre shikantaza.
La razón de ello es que, por mucho que te sientes, nunca estarás completamente satisfecho con tu zazen. “No estar completamente satisfecho” quiere decir no sentirse como se siente tu estómago después de una gran comilona. Así que muchos jóvenes que se han dedicado, en cuerpo y alma, a la práctica de zazen, empiezan en algún punto a pensar si no estarán malgastando su juventud con este zazen que no les acaba de llenar del todo. Y muchos acaban dejándolo, diciendo: “¿no son incluso los antiguos discípulos ,que durante años han estado practicando zazen, personas corrientes en realidad? ¡Yo necesito satori!”
De esta forma mucha gente dejó la práctica. Esta duda casi me llevó también a mi hasta el punto de abandonar, pero al final seguí a Sawaki Roshi durante 24 años, hasta su muerte. Así que comprendo a los que tiene estas dudas, pero también yo al final he entendido el significado del shikantaza del que Dogen Zenji habla. Por eso me gustaría ahora intentar hacer el papel de intérprete entre estos dos puntos de vista.
Cuando digo “intérprete” no me refiero solo a que muchos practicantes de Zen no entiendan las palabras de Dogen Zenji o de Sawaki Roshi, sino que también creo que, aunque Dogen Zenji y Sawaki Roshi comprendan las profundas dudas y problemas de los que practican shikantaza, sus palabras no siempre bastan para calmar la raíz de nuestras dudas y de nuestros problemas. Es por ello que aquí me tomaré la libertad de intentar presentar y comentar las palabras de Dogen Zenji y Sawaki Roshi, a mi manera.
¿Qué significa esto en la práctica? Tomemos, por ejemplo, un pasaje del Eihei Koroku de Dogen Zenji:
«Simplemente, con mi maestro Tendô Nyojô, silenciosa y tranquilamente verifiqué que los ojos son horizontales y la nariz es vertical. De ahora en adelante, no puedo ser engañado por nadie. He regresado a casa con las manos vacías.»
¿Qué tal si lo leemos de la siguiente forma?: “Haciendo esta respiración en este momento, compruebo que estoy vivo”.
Puedo interpretarlo así porque no leo el Shobogenzo como un erudito del Budismo, preocupado únicamente por descifrar el laberinto de los caracteres chinos. Tampoco lo leo como un sectario para quien cada palabra es tan sagrada que la pone en un pedestal, como si fuera una lata de comida envasada que nunca se abrirá y ante la cual se postra. En lugar de eso lo leo con los ojos de una persona que busca la Vía, que le preocupa llegar hasta el final de una nueva forma de vida. Y creo que esto es exactamente lo que quiere decir “ver la mente según las antiguas enseñanzas” o “estudiar la Vía de Buda significa estudiarse a uno mismo”.
Si leemos este fragmento de Dogen Zenji como el reflejo de nuestra vida completamente nueva, no nos quedaremos atascados en una aburrida y estática interpretación. Nos daremos cuenta de que “los ojos son horizontales, y la nariz vertical” es el reflejo de la vida limpia y fresca que estamos viviendo, respirando esta respiración en este momento. Cuando leemos esto, vemos que Dogen Zenji no está hablando de ningún estado místico que se pueda experimentar durante zazen una vez que se ha conseguido el satori. Está hablando del hecho más obvio – de esta vida, aquí mismo.
Así mismo, al principio del Fukanzazengi de Dogen está escrito: «Originalmente la Vía es perfecta y está omnipresente, ¿cómo podría estar supeditada a la práctica o a la verificación? La verdad se revela a sí misma en todas partes, ¿por qué hacer un esfuerzo especial por alcanzarla?»
Con este mismo espíritu ¿qué significa el siguiente fragmento?: «Si una diferencia, incluso del tamaño de un pelo, separa el Cielo de la Tierra. Si haces distinciones entre condiciones favorables y desfavorables, tu mente se perderá en la confusión.»
La vida en este momento es fresca, nueva y natural. Pero si pensamos sobre este hecho esencial como una idea en nuestra cabeza, nos estancaremos, forzándonos a entender, a encasillarlo según nuestras propias ideas. Cuando pensamos en “la frescura de la vida”, ya deja de ser fresca, ya no está viva. La frescura de la vida significa abrir la mano del pensamiento. Solo cuando hacemos esto, la vida puede ser fresca. Zazen es “abrir la mano del pensamiento”. Es la postura de abandonar y dejar pasar.
Me gustaría ahora decir algo sobre la práctica real de shikantaza. Sentarse en zazen no significa que no tengamos pensamientos. Surgen de todos los tipos. Pero cuando sigues estos pensamientos, deja de ser zazen. Simplemente estás pensando pero en la postura de zazen. Así que tienes que darte cuenta de que en este momento estás practicando zazen y no es el momento de estar pensando. Esto es corregir tu actitud, corregir tu postura, dejar que los pensamientos se vayan y volver a zazen. Esto se conoce como “despertarse de la distracción y la confusión”.
En otra ocasión puede que te sientas cansado. Entonces tendrás que recordarte a ti mismo que estás practicando zazen en este momento y que no es momento para dormir. Esto es corregir tu actitud, corregir tu postura, abrir literalmente los ojos y volver a zazen. Esto se conoce como “despertarse del sopor y el cansancio”.
Zazen significa despertar de la distracción y la confusión, del aburrimiento y el cansancio, despertarse a zazen mil millones de veces. El zazen de vivir esta vida fresca y natural sin artificios significa despertar la mente y verificarlo a través de la práctica miles de millones de veces. Eso es shikantaza.
Se dice que Dogen Zenji alcanzó satori dejando caer su cuerpo y mente (shin jin datsu raku), pero ¿qué quiere decir exactamente dejar caer cuerpo y mente? En el Hokyoki podemos leer:
«El abad dijo: la práctica de zazen quiere decir dejar caer cuerpo y mente. Esto significa shikantaza – no es quemar incienso, postrarse, nembutsu(1), arrepentirse o leer los sutras.
Yo me incliné y pregunté: ¿Qué es dejar caer cuerpo y mente?
El abad respondió: dejar caer cuerpo y mente es zazen. Si simplemente practicas zazen, en ese momento estás libre de los cinco deseos y los cinco obstáculos desaparecen»(2).
Así que dejar caer o abandonar cuerpo y mente significa abrir la mano del pensamiento y volver a zazen miles de millones de veces. Dejar el cuerpo y la mente no es ninguna experiencia especial ni misteriosa.
Solo este tipo de zazen hace posible “el buddhadharma completo y verdadero”. También es conocido como “la puerta de entrada al buddhadharma” (3).
Me gustaría comparar nuestra vida con sentarse al volante de un coche. Cuando estamos al volante es peligroso quedarse dormido o conducir borracho. También es arriesgado estar pensando en las musarañas o estar nervioso o tenso. Sucede lo mismo cuando nos sentamos al volante de nuestra propia vida. La forma fundamental de conducir nuestra vida consiste en despertarse de la bruma del adormecimiento y de la embriaguez y de las distracciones del pensamiento y del nerviosismo.
Zazen quiere decir, de hecho, poner estas cuestiones básicas sobre la vida en práctica. Podríamos llamarlo “ver el buddhadharma completo” o “la puerta de entrada al buddhadharma”. Esta es la razón por la que Dogen Zenji escribió la “Recomendación Universal de Zazen” (Fukanzazengi), en la que explica la práctica de zazen.
«El cuerpo y mente de la Vía de Buda es hierba y árboles, piedras y tejas, viento y lluvia, fuego y agua. Observar y reconocer todo ello como la Vía de Buda es el despertar el cuerpo-mente. Coge el vacío y úsalo para construir pagodas o budas. Saca el agua del valle para hacer budas y pagodas. Este es el significado de despertar la mente a una sabiduría única y competa y repetir cada pequeño despertar miles de millones de veces. Esto es practicar la realización». (Shobogenzo Hotsumujoshin).
Sería un gran error interpretar esto como una mera advertencia a los no-todavía-despiertos practicantes de Zen para que no descuiden su práctica. El despertar miles de millones veces la mente despierta no es más que la respiración viva de la vida vigorosa.
Algunas personas empiezan a practicar shikantaza pero en seguida lo abandonan al no sentirse plenos o porque se aburren. Abandonan porque este despertar mil millones de veces solo lo entienden en sus cabezas. Por eso piensan “¡Oh no! ¿Tengo que despertar la mente mil millones de veces? ¡Yo lo que necesito es el satori! ¡Si me doy prisa y alcanzo un gran satori, me puedo saltar los mil millones de veces!”
Es como si al nacer nos dijeran: “a partir de ahora tienes que respirar, durante toda tu vida, esta misma respiración, una y otra vez, en cada momento. Tienes que inspirar y expirar miles de millones de veces”. ¿Qué diría el bebé?: “¡Puf! Tengo que lograr los mil millones de respiraciones pero de una sola vez, con una única gran respiración”.
Por mucho que lo intentáramos, sería del todo imposible.
Por eso es por lo que en el Hotsumujoshin va más allá: “Algunas personas creen que la práctica es interminable, pero que el despertar sucede una única vez y que después ya no hay más despertar de la mente. Una persona así no escucha el buddhadharma, no conoce el buddhadharma, nunca se ha encontrado con el buddhadharma”.
Las personas que tratan de alcanzar un gran satori no aceptan que tienen que vivir su vida con todo su frescor y vigor. Incluso en térmicos estrictamente biológicos, sólo podemos vivir si respiramos en cada momento. La vida significa respirar esta respiración en cada momento. Al tratarse de vivir esta vida fresca, no basta con pensar la vida con la cabeza. Debemos de aceptarla como la vida vigorosa que es. Sólo de esta forma podremos descubrir una actitud y una postura que sean realmente frescas y vigorosas.
Esto es lo que significa “El gran asunto de toda una vida de práctica ha finalizado”. Y es al mismo tiempo aquí donde comienza la práctica real de shikantaza. Es lo que se llama “la unidad de práctica y realización” (susho ichinyo) o “la práctica basada en la realización”.
Es lo que Sawaki Roshi siempre repetía: “El satori no tiene comienzo. La práctica no tiene final”
Kosho Uchiyama Roshi
Notas
1) Repetición del nombre del Buda Amida (Amitabha), práctica de la secta Tierra Pura.
2) Los cinco deseos son los cinco objetos de los cinco sentidos. Los cinco obstáculos son la ansiedad por satisfacer los sentidos, el enfado, la indolencia, el aburrimiento o sueño, la agitación y la duda.
3) Ambas son expresiones del Bendowa de Dogen Zenji.
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Fotografía: internet
Muy interesante el texto.
ResponderEliminarSólo me atrevo a añadir este apunte:
"¿Se puede estar realmente satisfecho de la práctica?".
Y ahora que lo acabo de escribir se me ocurre este otro apunte (prometo que es el último):
"¿Donde empieza y donde termina la práctica de zazen para ser consciente de medir este grado de satisfacción o insatisfacción?".
Paz y bien, y un profundo gassho.
Zazen no sirve para nada, no sirve para satisfacerte, ni para dejarte insatisfecho, ni para todo lo contrario. Si estas insatisfecho dejalo y sigue con zazen. Es facil y es la única manera de saborearlo.
ResponderEliminarNo sirve para nada porque lo tiene todo.
EliminarNos parece muy interesante lo que explicas sobre el zazen. Nosotras tenemos un blog en el que hemos publicado instrucciones para practicar zazen. Hemos enlazado tu artículo en el nuestro para que nuestros lectores entiendan mejor qué es el zazen.
ResponderEliminarPor si te interesa, te dejamos el enlace de nuestra entrada de blog
http://www.onadaurada.com/?p=1992
Gracias
ONA DAURADA
¿Cuantas veces se ha de limpiar el piso, el suelo de tu hogar?
ResponderEliminarO parafraseando al sexto patriarca, hasta que te des cuenta de que no hay suelo, ni donde posarse el polvo.
EliminarHola Peaton, gracias por tu aportación; pero me gustaría señalar algo más. Como el contexto de esta entrada toma como referencia a Dogen, de acuerdo a la comprensión de la vacuidad por este, la vacuidad del suelo y del polvo no son algo añadido u subyacente al suelo y al polvo mismos, sino que estos elementos son ya vacuidad tal y como son: suelo y polvo. Es decir, que expresar la vacuidad para Dogen no es en este caso reflexionar sobre la naturaleza del suelo y del polvo; sino coger la fregona y ponerse a fregar.
EliminarSi, asi se puede expresar. La vacuidad es una negación de la existencia inherente. Una negación no afirmativa. Que no añade nada. Pero el que la vacuidad no es nada añadido al suelo, ni al polvo no te exime de la necesidad de una absoluta falta de dudas al respecto. Si no desaparecen las dudas seguirás barriendo el suelo con la esperanza de logar algo, y eso no es Zazen.
EliminarEn efecto, cada día más considero que la fe es un aspecto fundamental en la práctica del budismo zen; solo que, claro, con el término "fe" designamos aquí algo bastante diferente a aquello que se nos enseño en tanto que occidentales cristianos de origen.
EliminarZazen es a la vez un acto de fe y la práctica en si de los budas. Igualmente mientras freguemos el suelo con la esperanza de obtener algo, estaremos muy, muy alejados de la compresión de que fregar el suelo es el satori en si mismo, de que no hay la menor diferencia entre una cosa y la otra.
Sawaki dice confianza basica. Uchiyama ausencia de duda. Hogen dice fé, pero es cierto que en occidente se confunde fé con creencia. Aunque algunos cristianos tengan clara la diferencia.
EliminarHasta que uno entiende que no tiene otra cosa mejor que hacer cuando eso es lo que le toca hacer. Es decir, siempre :))
ResponderEliminarGracias por tu visita.