martes, 9 de noviembre de 2010

El Zen de Dogen como religión I. Kosho Uchiyama


En su actitud ante la vida y en las enseñanzas del monje japonés Kosho Uchiyama (ver aquí una breve reseña biográfica) podemos encontrar una de las visiones más claras y a la vez más profundas del siglo XX sobre el Dharma budista. Aunque su vida transcurrió en buena parte en el monasterio japonés de Antaiji, su influencia y la transparencia de sus palabras tienen un alcance universal. Desgraciadamente y a pesar de que Uchiyama escribió más de veinte obras en japonés está escasamente traducido en español, por el momento prácticamente solo disponemos de la excelente traducción de su libro "Abrir la mano del pensamiento" (ver referencia aquí), texto imprescindible para quién quiera, no solo comprender de una forma sencilla en que consiste realmente la práctica del zen, sino sobre todo clarificar lo que quiere decir este camino, más allá de los ropajes confusos con los que suele ser presentado este en Occidente, para su propia vida. 

Con objeto de paliar en parte esta carencia comienzo hoy la publicación de un pequeño libro de Kosho Uchiyama titulado "El Zen de Dogen como religión", traducido a partir de una vieja copia en italiano del mismo. Siendo inencontrable el texto original he procurado actualizar lo más posible el texto, en la medida de lo posible e intentando respetar siempre el espíritu de Uchiyama, labor en la cual he de agradecer la inestimable y paciente ayuda de Mauricio Yushin Marassi. Una buena parte de las abundante citas existentes en el texto han sido retraducidas a partir de traducciones desde el japonés mas modernas que aquellas que se encontraban en el original en italiano, siendo indicada la fuente en las notas. Igualmente he sometido a revisión las notas originales añadidas por los primeros traductores y he añadido otras, que espero ayuden a clarificar algunos conceptos. 

Dada la relativa extensión del texto, que consta de siete capítulos, y con objeto de facilitar su lectura lo iré publicando en sucesivas entradas. En el caso de que alguien desee disponer del texto integro puede solicitármelo en la dirección de correo que aparece en el blog. Espero que las palabras de Uchiyama resulten útiles a quienes las lean, como a mi me lo han sido.
____________


____________________________

_______________________


Capitulo 1
El significado religioso de “universal



He traducido, en japones moderno, el título del Fukan-Zazengi(1) - las instrucciones sobre zazen escritas por Dogen - como “Amaneku-susumeru zazen no shikata” (Cómo practicar zazen, que es recomendado universalmente). Superficialmente “recomendar universalmente” (Fukan) puede sonar como una frase hecha de algún eslogan publicitario, cuyo significado sería: “este producto es adecuado para todos”. Dogen sin embargo no uso esta expresión en un sentido tan superficial y mundano. Le dio este título a su primer escrito para declarar más bien que el zazen del que intentaba hablar era antes que nada religión en su significado esencial. Por tanto creo que esta expresión, “recomendar universalmente”, está llena de significado. Concretamente Dogen ha expresado este concepto en el Fukan-Zazengi de las siguientes maneras:

«Sin discutir de sabiduría y de estupidez, no discrimines entre hombre que vale y hombre necio.»

«Si bien son innumerables las diversas situaciones, haz solo la práctica de zazen(2)»

En el Shobogenzo-Zuimonki(3) también dice claramente:

«Con tal determinación me sentaba derecho día y noche. Nunca caí enfermo. Cada uno de vosotros, ahora, tenéis que practicar sin ocuparos de otra cosa, de todo corazón. Diez de cada diez realizaréis el camino.»

Zazen no es ninguna otra cosa que sentarse con el propio cuerpo en la postura del loto (kekkafuza) o del medio loto (hankafuza). La esencia del zazen enseñado por Dogen está precisamente en esta práctica sincera sin ninguna añadidura. Sin embargo las personas son llevadas a menudo a esperar alguna cosa de la práctica de zazen, así que pocas de ellas practican “únicamente” zazen. Parece que las personas no podemos hacer zazen a menos de fijarnos objetivos y de tener expectativas, también porque lo practicamos al precio de grandes esfuerzos.

Practico zazen para reforzar el cuerpo”
Quiero convertirme en más inteligente”
Hago zazen para disciplinarme física y mentalmente”
Deseo liberarme del miedo”
Espero volverme más tranquilo y cultivar mi mente practicando zazen”
Practico zazen para mejorar mi capacidad”
Practico zazen para obtener el satori y alcanzar un estado de paz”

Casi todos practicamos zazen con un objetivo. Sin embargo, una vez que prefijamos objetivos, automáticamente creamos distintos niveles; en nuestra propia práctica, o entre la de los que practican zazen. Por ejemplo, si nuestro objetivo es reforzar el cuerpo, las personas más robustas de nacimiento serán más valoradas en su práctica de zazen. Por otra parte las personas más débiles de nacimiento oirán decir que su práctica no es suficientemente fuerte. Si practicamos con la finalidad de hacernos audaces, las personas que son por naturaleza atrevidas serán vistas como buenos practicantes. Mientras que las personas que son sensibles o miedosas serán consideradas como practicantes mediocres. Si la finalidad de la práctica es alcanzar la comprensión, las personas dotadas de inteligencia innata serían más adecuadas para zazen, mientras que las personas menos inteligentes estarían en desventaja. En otras palabras, una vez que establecemos un objetivo particular para practicar zazen surgen categorías como favorable-contrario, fuerte-débil, superior-inferior, inteligente-obtuso; basadas en la condición física, la personalidad, los dones naturales, la capacidad y la educación del practicante.

Sin embargo la característica del zazen de Dogen es la de poder ser aconsejado a cualquiera, en cualquier lugar, y no tiene nada que ver con ser sabio o tonto, inteligente u obtuso. Esto es así porque su zazen es la simple práctica de shikan (únicamente) carente de una finalidad determinada. Y el fundamento de su shikantaza(4) (únicamente sentarse, sin otro propósito) es la práctica del Dharma de Buda, es decir el zazen como religión.

Creo que en la verdadera religión(5) todos debemos ser salvados sin excepciones. En el sistema de instrucción pública en Japón, en el que los enseñantes tan solo se ocupan de una elite de unos pocos estudiantes con objeto de posibilitar su acceso a famosas universidades, hay muchos alumnos que no tienen suficiente nivel para seguir la progresión de los programas de enseñanza. Un sistema educativo como ese, donde únicamente es posible progresar a expensas del otro, es típico de una sociedad competitiva. Una persona apacible o débil no puede sobrevivir en una situación así. Puede que sea necesario seleccionar en la escuela pública a las personas, para diferenciar las clases dirigentes de las demás, pero espero por lo menos que en el campo de la religión todos puedan ser salvados sin el deseo competitivo de prevalecer sobre los demás.

Hay un proverbio que dice: “El dinero controla incluso el rango en el Infierno (Todas las cosas están condicionadas por el dinero)”. Se oye a menudo decir que incluso ir al paraíso o al infierno está condicionado por el poder financiero y político. Es verdaderamente vergonzoso que el poder secular invada el reino de la religión.

Por ejemplo en Japón, cuando una persona muere, si la familia realiza una gran donación se le da al difunto un nombre budista de rango superior(6). Su funeral se celebrará con solemnidad y estará “garantizada” la entrada en un reino celestial. Al contrario, si la familia no puede permitirse hacer una gran donación, al difunto se le da deliberadamente un nombre póstumo de rango inferior y el funeral sera oficiado de forma distraída. Hay muchos ejemplos de este tipo y no puede haber salvación en una religión así. Considerando que esto no es religión en el verdadero sentido de la palabra pienso que no se puede actuar así, tranquilamente al menos.

Os ruego que no me malentendáis. No estoy diciendo que el clero budista no deberían oficiar ceremonias fúnebres por que sean contrarias a la vía budista. Es justo que los oficiantes celebren las ceremonias fúnebres con todo su corazón pues es en ese momento cuando los familiares del difunto sienten en mayor medida el sentido de la impermanencia. Por ese motivo quisiera que el clero oficiara esta ceremonia con más seriedad y atención. Cuando digo con seriedad intento decir, ante todo, que los oficiantes deben comprender claramente el significado profundo de la muerte y luego oficiar la ceremonia con gran compasión. Solo en este caso podrán ser llamados “maestro de los tres mundos”(7). Por otro lado, porque estar atentos no cuesta dinero, quisiera que los sacerdotes oficiaran la ceremonia sin discriminación entre difuntos pobres y ricos, porque la cuantía de la donación es un problema para la familia. Si la familia es realmente pobre no se debe pedir ninguna donación. Solo con una actitud así los funerales y el resto de ceremonias pueden ser definidos como prácticas religiosas.

Puesto que el clero también tiene que ganarse la vida no hay nada de malo en aceptar una gran donación de quien quiere hacer, de una ceremonia fúnebre, un encuentro mundano. En este caso, la religión no entra en juego para nada. Los parientes quieren un ceremonia como esa sobre todo en función de las relaciones sociales, como una especie de fiesta para mostrar su poder. Hay que mantener una actitud fuerte hacia esas personas. Un gran maestro de los tres mundos no debe hacer distinción entre personas ricas y personas pobres y no puede tener una actitud servil a causa de una gran donación. Eso es solo un comportamiento de un hombre de negocios del sector servicios.


He mencionado este tipo de problemas para aclarar, incluso hablando del dinero, que en la religión no deberíamos hacer ni discriminaciones ni clases. En la verdadera religión no debemos discriminar entre las personas, afirmando que el rico puede ir al paraíso y el pobre terminará en el infierno y continuará sufriendo. Un religioso que de verdad se ocupa de la religión debe comprender bien esto y ofrecer enteramente su propio corazón a todos del mismo modo. Eso es todo lo que quería decir.

De esta forma es fácil entender como una religión que requiere grandes sumas de dinero, que desea edificar grandes santuarios y templos o que no puede prescindir de obras de arte para decorar los edificios está muy alejada de ser una verdadera religión.

Si un religioso alardea de recoger mucho dinero no puede tener un comportamiento imparcial hacia las personas. Como consecuencia se establece una relación con el poder económico y político que entonces también comienza a controlar la religión. En las religiones antiguas el emperador o las familias reales construían enormes tumbas, como las pirámides, usando su poder económico y el trabajo de sus súbditos. Se hacían enterrar en la tumba junto a objetos artísticos lujosos, pensando poder llevarlos consigo al paraíso. Una religión antigua como esa no puede ser una religión autentica, porque no muestra hacia los seres humanos un modo auténtico de vivir. La verdadera religión, en un futuro, debe ser ante todo una religión que no requiera dinero.

El budismo japonés en los periodos Nara (710-794) y Heian (794-1185) tenía necesidad de rodearse de un contexto de templos magníficos y de obras de arte para decorar los edificios. Posteriormente, en el budismo del periodo Kamakura (1185-1333), algunos maestros predicaron el “samadhi en una única práctica”; como la recitación del sutra del Loto, la repetición del nombre del Buda Amida o la práctica de zazen(8). Para todas estas prácticas no es necesario el dinero. Pienso que estos movimientos religiosos fueron el resultado de una tendencia de una época en la que habían personas animadas por un autentico espíritu religioso. En el zazen de Dogen el gasto más grande es el costo de un zafu y de un zaniku(9). Por lo cual, incluso bajo el aspecto económico, podemos decir que se trata de una religión universal abierta a todos.

En el Shobogenzo-Zuimonki dice Dogen:

«Hoy en día la mayoría de la gente piensa equivocadamente que la elaboración de imágenes de Buda y la construcción de stupas(10) ayuda a que florezca el Dharma de Buda. Incluso aunque nosotros pudiéramos erigir enormes templos adornados con joyas pulidas y oro, no podríamos realizar el camino con estas obras. Estas no son nada más que mérito para los laicos, que permite a su riqueza entrar en el mundo de Buda y posibilita a la gente hacer el bien. Aunque estos pudiesen recibir un gran resultado de una causa pequeña, para los monjes el estar implicados en tales cosas no tiene nada que ver con el florecimiento del Dharma de Buda. Aprender incluso una única frase de la puerta del Dharma(11) o practicar zazen incluso durante un único período, viviendo en una choza cubierta con paja o bajo un árbol, muestra el florecimiento verdadero del Dharma de Buda.(12)»

Pero el espíritu esencial del zazen de Dogen, como religión que no requiere dinero, con el paso del tiempo ha ido declinando. También los descendientes de Dogen se han complacido en la construcción de templos inmensos. Mi deseo es volver al espíritu original del zazen de Dogen.

Hasta ahora he dicho que una verdadera religión debe estar más allá del poder económico y político y estar abierta en igual medida a todos. Del mismo modo también debe trascender al carisma, a las dotes naturales, la capacidad, la personalidad o la educación y ocuparse de la salvación de todos.

Jesucristo ha dicho:

«Bienaventurados los pobres de espíritu, por que de ellos es el reino de los cielos, bienaventurados los afligidos, por que serán consolados.»

(Mateo 5-3, 4)

Shinran Shonin (1173-1262), fundador de la escuela budista Jodo-shin-shu (13) ha dicho:

«Si incluso una buena persona consigue el nacimiento en la Tierra Pura, tanto más será así para una persona malvada» (Tannisho, 3) (14)

Creo que estas palabras muestran que el cristianismo y la escuela de la Tierra Pura son autenticas religiones universales. En la verdadera religión incluso los que han cometido crímenes graves, los que son ignorantes y los estúpidos, son todos igualmente perdonados y pueden reposar en la paz absoluta en el reino que está más allá de las valoraciones terrenas.

Naturalmente ser salvado no significa que una persona que ha infringido la ley pueda ser absuelta de su crimen por el hecho de creer en una cierta religión. Quien infrinja la ley debe ser juzgado y castigado según la ley. Ser salvado en sentido religioso significa ser liberado en una dimensión completamente distinta, aunque se halla sido juzgado por la ley, relegado a una prisión, o condenado a la pena de muerte.

Para aquellos que están oprimidos por la pobreza la salvación religiosa ciertamente no significa que se convertirán en ricos creyendo en una determinada religión, como predican algunas nuevas corrientes religiosas. Significa en cambio que la persona pobre, por mucho que lo sea, puede encontrar la paz en una dimensión completamente distinta. Naturalmente es bueno intentar superar una condición de extrema indigencia, sin embargo esto sólo es una manera de resolver la pobreza. Debemos aclarar en nosotros mismos que no es esta la tarea de una verdadera religión.

Requisito esencial para un religión autentica es que las personas no deben ser escogidas sobre la base de un sistema secular de valores. Deben ser incondicionalmente salvados todos y ser puestos en condiciones de establecerse en la paz. Esto es realmente posible porque los valores religiosos pertenecen a una dimensión completamente diferente del sistema de valores seculares. Creo que Dogen, con la palabra “universalmente” (amaneku) y en la frase “sin discutir de sabiduría y de estupidez, no discrimines entre hombre que vale y hombre necio”, quiere declarar que su práctica de zazen no es otra que la verdad universal o autentica religión. En el Nuevo Testamento está escrito “Él hace resplandecer el sol sobre los malvados y sobre los buenos y hace llover sobre los justos y sobre los injustos” (Mateo 5-45). Una verdadera religión debe poseer una absoluta ausencia de diferenciación y ninguna distinción de clase. Debe tener la característica de la universalidad y prescindir de puntos de vista discriminatorios. Hago hincapié en subrayar que la práctica de zazen según la enseñanza de Dogen es la práctica de una religión universal.


Notas

1) El Fukan-Zazengi es el primer texto escrito por Eihei Dogen (1200-1253). fundador de la escuela zen Soto, tras su regreso de China.
2) Para las citas del Fukan-Zazengi se ha usado la traducción del japonés al italiano realizada por la Stella del Mattino.
3) El Shobogenzo-Zuimonki es un texto compuesto por las enseñanzas orales del maestro Dogen a sus discípulos, trascritas por Koun Ejo (1198-1280), su heredero espiritual. Para traducir la cita hemos usado la traducción del japones al ingles del Shobogenzo-Zuimonki (1.14) realizada por Shohaku Okumura.
4) Shikantaza (只管打座). Shikan quiere decir “tan solo”, “únicamente”, “simplemente”; za quiere decir “sentarse”, “estar sentado”, como en zazen, y ta es una partícula enfática, que refuerza la expresión. Shikan no tiene tan solo un valor adverbial en la expresión shikantaza (únicamente, o simplemente, sentarse), sino que implica una actitud completa ante todas las actividades de la vida, por ejemplo Uchiyama en un artículo dedicado al tenzo (cocinero) Kyokun, “El tenzo Kyoukun y shikantaza”, dice: “el terreno común entre zazen y trabajar de tenzo es simplemente sentarse o simplemente trabajar. Esta idea de concentrarse por completo en una cosa es la piedra angular de las enseñanzas de Dogen zenji. En japonés se denomina shikan y las ramificaciones que esta enseñanza de shikan pueda tener en nuestras vidas son de gran importancia.” Shikantaza es en Dogen un sinónimo de zazen. Indica que no hay que buscar nada más que sentarse al practicar zazen, es decir que zazen no es un medio para conseguir algo distinto a zazen o, dicho de otro modo, que no hay diferencia entre práctica y realización.
5) “Verdadera religión” traduce la expresión shinjitsu no shukyo, mientras que “religión auténtica” traduce junsui shukyo. Los dos términos son equivalentes. Junsui (純粋) significa puro. Uchiyama roshi usa la palabra “verdadera religión” para indicar las religiones que muestran una manera de vivir autentica y abierta a todos sin discriminaciones, comprendiendo ahí otras escuelas budistas u otras religiones como el cristianismo.Al llegar los primeros misioneros cristianos al Japón (a mediados del ss. XVI), no existía ninguna palabra para designar “religión” en el sentido europeo. Para referirse a estas enseñanzas importadas forjaron el término japonés shukyo (宗教) que significa literalmente “enseñanzas de una escuela (religiosa)”.
6) Los nombres póstumos considerados de mayor prestigio son aquellos que están compuestos por un mayor número de ideogramas.
7) Se define como “gran maestro de los tres mundos” aquel que guía a los seres sensibles al atravesar los tres mundos, que siempre están cambiando: el mundo del deseo, el mundo de la forma, el mundo de la no-forma.
8) La característica común del movimiento de renovación religioso del período Kamakura es que los maestros que lo impulsaron escogieron una única práctica religiosa como expresión de la esencia del budismo y que esas prácticas estaban al alcance de cualquiera.
9) Zafu, cojín redondo para sentarse en zazen. Zaniku, esterilla o futón cuadrado sobre la que se pone el zafu.
10) Stupa, Monumentos funerarios en los que se solían enterrar reliquias, aunque no siempre. Probablemente derivan de los antiguos túmulos megalíticos, no siendo exclusivos del budismo. La primera stupa budista data del siglo III a.C., siendo construida en la India por el rey Ashoka.
11) La puerta del Dharma. La enseñanza.
12) Shobogenzo-Zuimonki (2.6). Cita traducida desde la traducción al ingles de Shohaku Okumura.
13) Lit. Verdadera escuela de la Tierra Pura.
14) Esta afirmación contradice el sentido común. Un discípulo de Shinran explica el significado en el texto del Tannisho. Entre estas explicaciones hemos escogido una frase que resume en palabras simples el sentido de esta desconcertante proposición: «Es imposible para nosotros que estamos llenos de ciegas pasiones liberarnos por nosotros mismos del nacimiento y la muerte en virtud de una práctica particular cualquiera. Dolorido por este hecho Amida hizo el Voto cuya intención esencial es el logro de la Budeidad por las persona que están en el mal cuando las personas malvadas confían en un poder distinto (que proviene de Amida), el cual es precisamente el que posee la genuina causa del nacimiento (en la Tierra Pura). Por ello dice “Si incluso el hombre virtuoso nace en la Tierra Pura, cuan más fuera de dudas está en lo que concierne al hombre malvado”.» Amida es la dicción japonesa del sánscrito Amithaba o Amithayus, que quiere decir “Luz Infinita” o “Vida Infinita”.




No hay comentarios :

Publicar un comentario

Si deseas dejar un comentario, has de tener una cuenta en Wordpress, Google, OpenId, Blogger o cualquier otro sitio de autentificación de usuarios.
Gracias por tu visita y por tu comentario.